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Aproximación al discurso de los medios digitales españoles sobre el eje geopolítico: Rusia-China

Approach to the Spanish digital media discourse on the geopolitical axis: Russia-China

Antonio Javier Martín Ávila

Doctor en Historia y Artes, Universidad de Granada.
Licenciado en Periodismo y posgraduado en Estudios Europeos, Universidad de Sevilla.
Investigador en estructura y geopolítica mediática.
Director de comunicación y marketing digital en grupo privado.
comunicacion@ajmartin.media
https://orcid.org/0000-0001-9704-041X

RESUMEN

Objetivo del estudio: Aproximación analítica a un grupo representativo de diarios digitales españoles con la intención de contrastar si la negatividad de su discurso sobre del eje geopolítico Rusia-China es consecuencia de una selección interesada de informaciones desfavorables, o si por el contrario es el resultado natural de la cobertura de sus acontecimientos.

Diseño / Metodología / Enfoque: Investigación de carácter cualitativo que presta especial atención, primero, a la selección de un conjunto de textos periodísticos según una serie de criterios prefijados; segundo, al posterior análisis de la intencionalidad del discurso de los textos elegidos atendiendo al Análisis Crítico del Discurso –ACD–; y por último, a la conexión de ideas y conceptos para establecer conclusiones.

El estudio se enfoca a su vez dentro del marco científico de la Economía Política de la Comunicación, y está basado en los fundamentos de los estudios en estructura de la información.

Resultados: Los textos periodísticos que tratan temas relacionados con el eje Rusia-China son muy lucrativos para los diarios online en términos de monetización. En consecuencia, estos medios acentúan la tensión entre bloques geopolíticos y utilizan recursos lingüísticos cercanos al sensacionalismo.

Limitaciones e implicaciones: Somos actores de una sociedad mediatizada e interconectada donde los textos periodísticos, con sus connotaciones político-ideológicas, se generan y divulgan con una inmediatez sin precedentes. Este artículo pretende abandonar la burbuja mediática en la que nos vemos envueltos para poder aplicar un estudio crítico.

Como limitación ha de mencionarse la tendencia de los diarios digitales a no identificar los géneros periodísticos, hecho que puede provocar confusión en los lectores cuando se mezcla información e interpretación sin aclaraciones explícitas.

Originalidad / contribución: Los resultados de este estudio se suman a las diversas investigaciones que profundizan en los discursos mediáticos predominantes en los que, en muchos casos, se identifican intereses conectados con la presión comercial y la política editorial. No obstante, son pocos los trabajos que se ocupan de la temática aquí tratada.

Clasificación JEL: L82, F5

Palabras clave Geopolítica, Rusia, China, poder y medios, análisis del discurso, estructura mediática

ABSTRACT

Porpuse: Analytical approach to a representative group of Spanish digital newspapers with the intention of constrasting whether the negativity of their discourse on the Russia-China geopolitical axis is the consequence of an interested selection of unfavorable information, or whether on the contrary, it is the natural result of the coverage of their events.

Design / Methodology / Approach: Qualitative research that pays special attention, first, to the selection of a set of journalistic texts according to a series of predetermined criteria; second, to the subsequent analysis of the discourse intentionality of the chosen texts, according to the Critical Discourse Analysis –CDA–; and finally, to the connection of ideas and concepts in order to establish conclusions.

The study is focused in turn within the scientific framework of the Political Economy of Communication, and is based on the foundations of studies in information structure.

Results: The journalistic texts that deal with issues related to the Russia-China axis are very lucrative for online newspapers in terms of monetization. Consequently, these media accentuate the tension between geopolitical blocs and use linguistic resources close to sensationalism.

Limitations / Implications: We are actors in a mediatized and interconnected society, where journalistic texts, with their political-ideological connotations, are generated and disseminated with unprecedented immediacy. This article tries to leave the media bubble in which we find ourselves involved in order to apply a critical study.

As a limitation, the tendency of digital newspapers not to identify journalistic genres; a fact that can cause confusion in readers when information and interpretation are mixed without explicit clarification.

Originality / Contribution: The results of this study are added to the various investigations that delve into the predominant media discourses; where, in many cases, interests connected with commercial pressure and editorial policy are identified. However, few works deal with the subject matter discussed here.

JEL Classification: L82, F5

Keywords Geopolitics, Russia, China, power and media, discourse analysis, media estructure

1. Introducción al tema de análisis y su contexto

Semanas antes de la caída del muro de Berlín, Francis Fukuyama habló por primera vez del fin de la Historia tal y como la habíamos conocido (Fukuyama, 1992). Este influyente autor predijo el desenlace de la Guerra Fría y la inminente disolución del imperio soviético como señales evidentes del comienzo de un nuevo periodo de la humanidad en el que triunfaría un sistema político, económico y social capaz de superar los problemas ideológicos que habían dado lugar a los graves conflictos del siglo XX. Fukuyama, como explica en su popular ensayo ¿El fin de la Historia?, se refería a la democracia liberal y al éxito global del capitalismo.

El orden mundial resultante de la ruptura de la URSS izó a Estados Unidos como máximo representante del argumentario liberal. El grado de influencia de su política exterior alcanzó tal nivel de supremacía que, a pesar de la aparición de nuevos núcleos de poder como Japón y la Unión Europea, dio lugar a un mundo unipolar. Sin embargo, el dominio de la economía y la cultura estadounidenses comenzó a relativizarse a partir del cambio de siglo. ¿El motivo? La aparición de nuevos jugadores en el escenario geopolítico global. Nos referimos principalmente a China y Rusia, quienes han tejido numerosas relaciones internacionales gracias a su nuevo papel de potencias de primer nivel en sectores económicos como el comercio o la energía. Al mismo tiempo, estas potencias han propuesto una vía alternativa a la ideología dominante.

No se puede negar que ha existido una estrategia de acercamiento entre China y Rusia, y que ésta ha fortalecido los lazos políticos y económicos de ambos países en la segunda mitad de la década del 2010. El ministro de Relaciones Exteriores chino, Wang Yi, llegó a declarar en marzo de 2014 que la relación China-Rusia estaba “en el mejor momento de la historia” (Cossoy, 2014). En junio de 2018, el mandatario chino Xi Jinping impuso en Pekín la primera Medalla de la Amistad con la República Popular China a su homólogo ruso, Vladimir Putin (Arana, 8 de junio de 2018). Doce meses más tarde, esta vez en Moscú, los dos líderes firmaron un paquete de acuerdos comerciales y una declaración conjunta en la que anunciaron “su posición común en temas globales clave” (Sahuquillo, 6 de junio de 2019). Putin declaró que el nuevo encuentro impulsaría la relación bilateral de estos países a “un nivel sin precedentes” (Sahuquillo, 6 de junio de 2019).

La colaboración entre ambas potencias sigue siendo estrecha durante el periodo de pandemia provocada por la Covid-19, se ha extendido más allá de los sectores energético y comercial, y afecta a otros ámbitos tan importantes como el militar, el de las telecomunicaciones, el bancario, o el de las infraestructuras y la construcción. En todos ellos Rusia y China han anunciado planes conjuntos para mitigar la presión internacional llevada a cabo por Estados Unidos, especialmente en su política de restricciones al comercio internacional y de sanciones a empresas y oligarcas rusos (Arana, 8 de junio de 2018; Sahuquillo, 6 de junio de 2019).

Los mandatarios ruso y chino también han establecido importantes acuerdos de colaboración en el intercambio de productos mediático-culturales, con gran incidencia en el sector de los contenidos audiovisuales. Una de las compañías rusas encargadas de impulsar esta relación fue Gazprom-Media, filial de medios de la gasista Gazprom. En 2016, Gazprom-Media firmó acuerdos de cooperación estratégica con algunos de los principales grupos comunicativos de China, caso de Shanghai Media Group, People’s Daily Online y China Central Television –CCTV– (Barraclough, 2016; Sigismondi, 2019).

La reacción de Occidente no se ha hecho esperar. Estados Unidos y la Unión Europea han acusado al eje Rusia-China de defender sistemas autoritarios que ponen en peligro el bienestar de los estados defensores de la democracia liberal (Parlamento Europeo, 23 de noviembre de 2016). Los fuertes desencuentros entre estas potencias, por asuntos de índole geopolítica, económica y de defensa de los derechos humanos, han ocupado numerosos titulares en los principales medios de comunicación europeos y estadounidenses. En el caso de los medios digitales españoles con mayor impacto, su discurso sobre la incipiente alianza ruso-china denota negatividad, especialmente tras el inicio de las guerras de Siria y Ucrania, la anexión de Crimea, y los envenenamientos de opositores políticos, en el caso de Rusia; y de la presión comercial, el conflicto de Hong Kong, y la aparición y expansión de la Covid-19, en lo referido a China.

Estos acontecimientos han moldeado el contexto sociopolítico y económico en el que desarrollamos nuestro trabajo investigador; un escenario que al mismo tiempo nos influye como ciudadanos de un mundo globalizado. Partimos de la creencia de que los medios de comunicación occidentales a los que habitualmente tenemos acceso nos presentan una imagen de Rusia y China repleta de prejuicios y otras consideraciones que atienden a distintos tipos de intereses. Por este preciso motivo nos hemos esforzado en mantenernos al margen de la presión informativa que, por ejemplo, suele mostrar desde una perspectiva negativa la labor profesional de grupos comunicativos internacionales como los rusos RT y Sputnik, o el chino CGTVChina Global Television–. Este trabajo, por tanto, se elabora a sabiendas de que existe una corriente informativa contraria al eje Rusia-China, en su gran totalidad impulsada desde Estados Unidos y Europa, y también una corriente que los apoya, creada de forma más reciente por Moscú y Pekín, y seguida por países simpatizantes en Latinoamérica, el Cáucaso y Asia Central.

Aunque en esta ocasión analizamos el discurso de los medios online españoles críticos con el eje Rusia-China, no nos olvidamos de aquellas otras compañías informativas que generan contenidos sobre estos países en español, los defienden y potencian su imagen en el mundo. Ambas estrategias son de nuestro máximo interés, y siguiendo las aportaciones de Ramón Reig (2019), este trabajo se ha esforzado por evitar limitarse a la visión dualista predominante bien-mal, “donde el bien son los resignados ciudadanos manipulados por el mal que es el mundo mediático capitalista” (Reig, 2019, p. 1). Así pues, este análisis forma parte del pensamiento crítico, pero entiende que, como bien defiende Reig: “el pensamiento crítico existe también para criticar al propio pensamiento crítico, superarlo y entrar ya en lo que denominamos Enfoque Estructural Complejo” (Reig, 2019, p. 1).

En definitiva, en una investigación con unas características tan particulares como la aquí expuesta, en la que existe una creencia generalizada y especialmente negativa sobre los sistemas políticos ruso y chino, hemos de ser capaces de superar la influencia de la corriente crítica predominante en Occidente para obtener unos resultados realmente precisos y ajustados a la realidad.

2. La importancia del Análisis Crítico del Discurso –ACD–, también en geopolítica mediática

Este trabajo ha tenido en cuenta diversas investigaciones del ámbito mediático que analizan cuestiones como la incidencia social de la prensa, la tipología de los contenidos y la intencionalidad de sus mensajes, la irrupción de las nuevas tecnologías, los procesos de concentración, o las relaciones comerciales entre empresas comunicativas y compañías de otros sectores económicos.

Nos referimos a estudios realizados por autores como Herbert I. Schiller: Communication and Cultural Domination (1976); Antonio Pasquali: Comunicación y cultura de masas (1976); Miquel de Moragas: Semiótica y comunicación de masas (1976); Noam Chomsky y Edward S. Herman: Manufacturing Consent: The political Economy of the Mass Media (1988); Robert McChesney: Rich Media, Poor Democracy (1999); James Curran: Media and Power (2000); Terhi Rantamen: The Media and Globalization (2004); Oliver Boyd-Barrett: Communications Media, Globalization, and Empire (2007); Nuria Almirón: El mito digital: discursos hegemónicos sobre Internet y periodismo (2008); Manuel Castells: Comunicación y Poder (2009); Enrique Bustamante: Comunicación y cultura en la era digital: industrias, mercados y diversidad en España (2009); Ramón Reig: Los dueños del periodismo. Claves de la estructura mediática mundial y de España (2011); Ramón Zallo: Estructuras de la comunicación y de la cultura (2012); o Eli M. Noam: Who Owns the World’s Media? Media Concentration and Ownership around the World (2016).

Somos conscientes del uso interesado que los centros de poder hacen de los medios, a menudo tratados como aparatos de influencia social o herramientas de soft power que buscan persuadir la opinión de las masas a través de productos culturales, informativos o de entretenimiento exentos de confrontación física o violenta (Nye, 1990). El control de los flujos informativos, de este modo, se ha convertido en uno de los elementos principales de lo que denominamos geopolítica mediática: la expansión geográfica y planificada de ideas políticas a través de los medios de comunicación y otras industrias culturales, ya sean de ámbito local o internacional.

En el caso concreto de este artículo, buscamos entender qué tipo de intencionalidad tiene un grupo de medios digitales españoles cuando trata de informar sobre una realidad de carácter global: el fortalecimiento del eje Rusia-China. De ahí la necesidad de recurrir al Análisis Crítico del Discurso –ACD–, disciplina metodológica impulsada por Teun A. Van Dijk (1999, 2003, 2012), y apoyada por numerosos autores, que demuestra ser también de gran utilidad en la investigación de las cuestiones geopolíticas. Según Van Dijk (2012):

Quienes controlan el discurso pueden controlar indirectamente las mentes de la gente. Y puesto que las acciones de las personas están controladas por sus mentes (conocimiento, actitudes, ideología, normas, valores), el control mental también implica el control indirecto de la acción. Esta acción controlada puede ser a su vez discursiva, de tal modo que el discurso de los poderosos termine por influir, indirectamente, en otros discursos que lleven agua para el molino de quienes están en el poder (Van Dijk, 2012, pp. 30-31).

Esta idea es precisamente la que nos alerta sobre la necesidad de cuestionar regularmente la finalidad de las informaciones que nos impactan, pues suelen llevar implícita la carga ideológica de un determinado poder. Gracias al ACD podemos descubrir la reproducción de la dominación social a través del lenguaje que utilizan las empresas mediáticas.

Para Ramón Reig (2019), por ejemplo, el ACD “vincula el mensaje comunicacional a los intereses de la propiedad y sistemas adheridos a los medios de comunicación, sobre todo a los más omnipresentes en el espacio comercial” (Reig, 2019, p. 3). Nogales (2013) expone a su vez que el ACD es “un análisis cognitivo, social y político, que se centra sobre todo en el papel que desempeñan los discursos, tanto en el plano local como en el global, tanto en la sociedad como en sus estructuras” (Nogales, 2013, p. 174). De la Fuente (2001) añade que esta corriente, entre otras cuestiones, se ocupa de los “aspectos que impliquen la existencia de una posición ‘desigual’ de poder. Por tanto, uno de sus principales focos de interés lo constituirán aquellos discursos a través de los cuales determinados grupos sociales traten de mantener un status de poder sobre otros grupos” (De la Fuente, 2001, p. 411).

De acuerdo a lo explicado, en este trabajo nos detenemos a analizar el comportamiento del discurso de los medios digitales que interactúan en el sistema comunicativo español, y tendremos en cuenta la influencia de sus propietarios y la posición que ocupan en la compleja estructura comunicacional. Para conseguir nuestro objetivo nos hemos apoyado en la matriz propuesta por Browne et al. (2011), que a su vez está basada en los diversos trabajos de Van Dijk. Dicha herramienta, cuya visión simplificada puede observarse en el Cuadro 1, sigue un “conjunto de pasos respetando categorías específicas de análisis. Éstas se aplicarán de lo general a lo particular (global a lo local) en aspectos formales y de significados, y se dividirán en cuatro niveles, presentados en dos planos” (Browne et al., 2011, p. 30). El primero de los planos es conocido como Plano Significado/texto:

(…) [en este plano] se ubica un primer Nivel temático de significados globales y un segundo Nivel de significados locales. En el Nivel temático de los significados globales se busca conocer cuáles son los temas a los que se les da importancia en la noticia (…) intentando encontrar el “qué” y el “cómo”: de qué trata la noticia y describir la manera en que lo realiza (…) El segundo Nivel corresponde al de los significados locales. En éste se plantea analizar los discursos periodísticos mediante el significado concreto de las palabras (…) En este nivel de análisis se puede encontrar cómo se destacan las “buenas cosas” y se olvidan “las malas” y a la inversa (…) está dividido en significados locales de carácter implícito o indirecto (…) [y en] significados locales de carácter explícito o directo (Browne et al., 2011, pp. 30-31).

El segundo de los planos se denomina Plano Formal/texto-contexto:

(…) [este plano] está dividido en Estructuras formales sutiles y el Nivel contextual. En las Estructuras formales sutiles lo que se investiga es cómo operan los aparatos ideológicos formales del discurso que pueden emitir falacias, omitir información crucial, construyendo modelos sesgados e interesados (…) en el Nivel contextual se investigan las representaciones mentales de la memoria (…) sobre las que se apoya el conocimiento de la realidad, descansan en cuestiones históricas, políticas, económicas y sociales (Browne et al., 2011, pp. 31-32).

Cuadro 1. Matriz de análisis.

Plano Significado/texto

Nivel temático: significados globales

 

Nivel de significados locales:

-De carácter implícito o indirecto

-De carácter explícito o directo.

Plano Formal/texto-contexto

Estructuras formales sutiles

 

Nivel contextual

3. Herramientas de estudio y criterios de selección

Una de las cuestiones que nos ha generado mayor preocupación en la elaboración de este artículo tiene que ver con el proceso de selección de los textos periodísticos y con la subjetividad que esta etapa de la investigación supone. No podemos obviar nuestra condición de actores en una sociedad mediatizada e interconectada, donde los productos comunicativos se generan y divulgan con una inmediatez sin precedentes. La presión informativa y sus connotaciones político-ideológicas nos afectan inevitablemente y pueden modificar nuestro ideario inicial, o bien provocar la situación contraria: empujarnos a buscar el triunfo del conjunto de ideas que componen nuestra conciencia sociopolítica. Precisamente, este artículo nace con la intención de abandonar la burbuja mediática en la que nos vemos envueltos para aplicar un discurso crítico sobre el estado de la cuestión planteada. Por ello se ha llevado a cabo una búsqueda y recopilación de artículos periodísticos, en cualquiera de sus géneros, lo más ajustada posible a unos criterios previos de selección, evitando que las hipótesis de las que se partía, entre ellas el rechazo de los medios españoles al eje Rusia-China, desvirtúen el proceso metodológico de trabajo.

Es necesario, por tanto, explicar a continuación cuáles han sido nuestras herramientas de estudio y los filtros establecidos; del mismo modo que debemos dejar claro por qué elegimos unos u otros. En el caso de las herramientas, nos hemos decantado por los periódicos online. Significa que nos ceñimos a plataformas informativas consideradas diarios y no cuentan otros medios de Internet como las ediciones digitales de emisoras de radio o de cadenas de televisión.

El motivo por el que hemos elegido a los diarios digitales como instrumentos de estudio tiene que ver con su condición de medios de referencia dentro del infinito informativo de la Red, donde proliferan cientos de plataformas que producen y difunden información de forma masiva sin ningún tipo de cribado que ofrezca garantías sobre su veracidad. Los diarios digitales que cuentan con redacciones profesionales se han convertido de algún modo en oasis de verificación de noticias en medio de un desierto de fake news. Y precisamente por ello, ahora que su información es más valorada que nunca, es necesario analizar su discurso y detectar su intencionalidad. No debemos olvidar que Internet es la segunda industria de medios con más audiencia en España, cada vez más cerca de la televisión y a una distancia considerable de su inmediata perseguidora: la radio (Orús, 2021).

En cuanto a las cabeceras seleccionadas, hemos escogido cuatro entre las diez en línea con mayor frecuencia de lectura semanal en España en 2020 (Orús, 2021). Son las siguientes:

1 Elpais.es. Centra gran parte de nuestro trabajo. Es propiedad del grupo de comunicación español Prisa, de tendencia política progresista de izquierda, aunque controlado por inversores extranjeros de corte neoliberal. Lo hemos elegido por su condición de líder de audiencia. El número de noticias seleccionadas en este diario es mayor que en el resto, por lo que debemos considerarlo el medio referencia de nuestra investigación.

2 Lavanguardia.com. Pertenece al grupo español Godó, con fuertes conexiones en Caixabank. Su tendencia política es conservadora de derecha, muy cercana al nacionalismo catalán.

3 Elperiodico.com. Controlado por el grupo español Prensa Ibérica desde de que éste absorbiera en 2019 al grupo ZETA, fundador de El Periódico de Catalunya. También es un medio cercano al nacionalismo catalán, aunque, en este caso, su tendencia ideológica es progresista de izquierda. Ha sido seleccionado en nuestro estudio junto a su gran competidor, Lavanguardia.com, por la influencia de ambos a nivel nacional a pesar de su origen regional.

4 Elconfidencial.com. Fundado y controlado por la empresa española Titania Compañía Editorial. Su tendencia política es conservadora de derecha. A diferencia de los tres anteriores, se trata de un diario digital nativo. Cuenta con una audiencia consolidada y un prestigio considerable en Internet, de ahí nuestra elección.

Respecto a los criterios en los que nos hemos basado para seleccionar las noticias, son los siguientes:

Temática. El texto debe atender a una de estas tres cuestiones: 1) asuntos externos del eje Rusia-China o de alguno de los países por separado; 2) pandemia Covid-19; y 3) medios de comunicación e Internet. En relación a la Covid-19 y su expansión global, se trata de un acontecimiento que ha reactivado el conflicto de intereses entre Occidente y el eje Rusia-China. Por ello, aunque es un tema relativamente reciente, un número considerable de noticias analizadas se ocupa de esta cuestión.

Posicionamiento en el buscador de Google. El texto tiene que estar posicionado en los resultados de las diez primeras páginas de Google en búsquedas con las frases ‘China y Rusia’, ‘Putin y Xi’, ‘China y Putin’, o ‘Rusia y Xi’.

Algoritmo interno. Se ha dado prioridad a los artículos recomendados por los algoritmos de los diarios digitales seleccionados.

Extensión. El total de palabras del texto debe ser mayor o muy aproximado a 600. Dicha extensión ha sido considerada como la mínima suficiente para garantizar la aplicación de la matriz de análisis.

Fecha. El texto tiene que haberse publicado en el periodo comprendido entre el 1 de enero de 2016 y el 31 de marzo de 2021.

De este modo, contamos con un total de 35 noticias. En el siguiente cuadro 2 puede observarse la muestra seleccionada:

Cuadro 2. Listado de noticias analizadas.

DIARIO

TITULAR

FECHA

FIRMA

SECCIÓN

GÉNERO

elpais.es

El gasoducto Nord Stream 2 amplía la pugna entre Rusia y Occidente

28/03/21

Internacional

Informativo-Noticia

elperiodico.com

Biden: "China no se convertirá en el líder mundial mientras yo sea presidente"

25/03/21

Internacional

Interpretativo-Crónica

lavanguardia.com

Las sanciones a China elevan el riesgo de choque de la UE con Pekín y Moscú

24/03/21

Internacional

Interpretativo-Crónica

lavanguardia.com

Rusia y China pactan construir juntos una estación en la Luna

11/03/21

Big Vang

Informativo-Noticia

lavanguardia.com

Rusia y China utilizan sus vacunas para extender su influencia ante el sálvese quien pueda occidental

07/02/21

Internacional

Interpretativo-Reportaje

elconfidencial.com

El juego geopolítico del perro y el gato: cómo Rusia y Occidente se debilitan el uno al otro

01/02/21

Mundo

Interpretativo-Análisis

elpais.es

Rusia, China e Irán tratan de sacar ventaja del caos en EE UU

07/01/21

Internacional

Interpretativo-Crónica

lavanguardia.com

Guerra “de hielo” entre Rusia y EE.UU.

21/12/20

Internacional

Interpretativo-Crónica

elperiodico.com

Putin saca pecho ante Biden y amenaza a EEUU

17/12/20

Internacional

Informativo-Noticia

elconfidencial.com

Así compra China el favor del mundo en vías de desarrollo para ganar la nueva Guerra Fría

05/08/20

Mundo

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elpais.es

La agresiva (y exitosa) estrategia en redes de los medios estatales de Rusia, China, Irán y Turquía.

29/06/20

Tecnología

Informativo-Noticia

elpais.es

António Guterres: “La relación entre EEUU, China y Rusia es más disfuncional que nunca”

27/06/20

Internacional

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elpais.es

La UE señala a Rusia y China como instigadoras de campañas de desinformación en plena pandemia

10/06/20

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elperiodico.com

Cómo China aprendió de Rusia a mentir al mundo sobre el covid-19

24/05/20

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¿Ha perdido la UE a Italia a frente China y Rusia? Los riesgos de la diplomacia de crisis

29/04/20

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El dilema chino con la deuda: ¿de aliado con el coronavirus a usurero implacable?

20/04/20

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31/03/20

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La lucha contra el coronavirus, ¿nuevo aliado de V. Putin contra las sanciones internacionales?

23/03/20

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Bienvenido Mr. Xi: el plan Marshall chino de las mascarillas desembarca en España

16/03/20

 

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Rusia prohíbe la entrada de ciudadanos chinos a su territorio para frenar el coronavirus

19/02/20

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Rusia y China refuerzan su asociación estratégica frente a Occidente con un gasoducto

03/12/19

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Temor a que China y Rusia se aprovechen del freno a la ampliación en los Balcanes

21/11/19

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Una amistad para gobernarnos a todos: el plan de Xi y Putin que cambiará el mundo

21/06/19

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Putin acusa a EE UU de querer frenar a Rusia con sanciones y a China con la guerra comercial

20/06/19

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Putin y Xi hacen frente común contra la hegemonía de Estados Unidos

07/06/19

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21/02/19

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Petróleo, armas y geopolítica: la apuesta de Rusia por la Venezuela de Maduro

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China pide a Rusia construir un frente contra el proteccionismo de Trump

11/09/18

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Xi y Putin exhiben su amistad frente a las divisiones en la cumbre del G7

08/06/18

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"China no es una oportunidad para el resto del mundo; lo somos nosotros para China". Entrevista con Josep Piqué

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17/03/18

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EEUU acusa a Putin de ordenar directamente la campaña para interferir en sus elecciones

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China y Rusia refuerzan su relación con una treintena de acuerdos

25/06/16

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Rusia y China intentará reforzar su colaboración, pese a la crisis económica

24/06/16

Internacional

Interpretativo-Reportaje

4. Resultados

La monotonía, la sobreinformación, y el estrés propios de las sociedades más desarrolladas nos convierten en ciudadanos con graves limitaciones para valorar la calidad de los contenidos comunicativos y los productos culturales que consumimos. Los resultados de este trabajo se suman a las investigaciones que, desde una perspectiva crítica, ponen en cuestión los discursos predominantes en los medios de masas; donde, en muchos casos, se identifican intereses directamente conectados con las presiones de los propietarios.

En el caso de los diarios digitales españoles, y en relación al tema elegido para nuestra aproximación analítica, se aprecian elementos y comportamientos comunes que cuestionan al eje Rusia-China de un modo más exhaustivo que a otros países o centros de poder internacionales. En las siguientes líneas nos referiremos a los puntos más destacados.

4.1 Distinción de dos bloques opuestos

En primer lugar se ha detectado un esfuerzo de los diarios por identificar a dos grupos de países perfectamente diferenciados según su nivel de respeto a los valores democráticos. Por un lado, los textos periodísticos analizados coinciden en presentar a Turquía, Irán, Rusia y China como un foco constante de problemas para los sistemas liberales de Occidente. Entre ellos, los gobiernos ruso y chino son los más mencionados, siendo Putin el personaje estrella. Por otro lado, se distingue un bloque representado por Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea, Reino Unido, Japón, y el resto de sus socios, potencias que mantienen guardia permanente ante los posibles ataques del grupo ‘problemático’.

Al mismo tiempo, hemos captado un claro interés de los diarios por resaltar en sus publicaciones el antagonismo y la tensión entre bloques, así como el peligro para la paz mundial que esto supone. Un ejemplo muy ilustrativo lo encontramos en la noticia “Putin intenta recuperar la popularidad con medidas económicas y amenazas a EE UU”:

En medio de un deterioro constante de las relaciones entre Moscú y Washington, la escalada de tensión como la que ha insinuado Putin podría reproducir el escenario de 1962, cuando Rusia emplazó misiles en Cuba en respuesta a la colocación de cohetes estadounidenses en Turquía (Sahuquillo, 21 de febrero de 2020).

El texto genera inquietud en el lector y le crea la necesidad de buscar más contenidos sobre el empeoramiento de las relaciones entre Rusia y Estados Unidos. Además, en la cita anterior, la autora realiza una suposición a partir de una insinuación del presidente ruso, lo que da lugar a una descripción poco representativa de la realidad.

En muchas ocasiones no es necesario acceder al cuerpo del texto para descubrir que existe la intención de magnificar el malestar entre bloques. Basta con ojear titulares como “Las sanciones a China elevan el riesgo de choque de la UE con Pekín y Moscú” (Masdeu, 24 de marzo de 2021); “Guerra «de hielo» entre Rusia y EE.UU” (Aragonés, 21 de diciembre de 2020); o “Putin y Xi hacen frente común contra la hegemonía de Estados Unidos” (Sahuquillo, 7 de junio de 2019).

En relación a los encabezados que acabamos de mencionar, una práctica empleada por los diarios para enfatizar la tensión entre el eje Rusia-China y Occidente es el uso calculado del lenguaje.

4.2 Uso medido del lenguaje

Dentro de este punto destacamos, a su vez, dos propensiones: primero, el empleo de un vocabulario que manifiesta confrontación; y segundo, la elección de palabras que pueden parecer sinónimas, pero que tienen significados bien distintos. En lo referido al vocabulario, es habitual el uso de recursos lingüísticos que denotan oposición, como por ejemplo “choque”, “frente”, “contra”, y “ante”; o inquietud, caso de “instigador”, “temor”, “amenaza”, “acusación”, “guerra”, y “antidemocrático”, entre otros. Se trata de un léxico que nos retrae a momentos de la Guerra Fría, y que encuentra respuesta en los medios oficiales rusos y chinos, quienes también llevan a cabo su propia ofensiva comunicativa (Ostrovsky, 2017). A su vez, este vocabulario se asemeja al de la prensa sensacionalista, o al de contenidos de redes sociales como YouTube e Instagram, que abusan de recursos oportunistas y llamativos para potenciar la monetización.

En cuanto a los falsos sinónimos, éstos pueden usarse por error si se desconoce el significado de alguna de las dos palabras, pero también son empleados interesadamente cuando se pretende introyectar una idea o concepto de forma sutil. En el caso concreto que aquí tratamos, los diarios digitales utilizan palabras que pueden parecer equivalentes a otras a sabiendas de que su significado no es el mismo. Entre ellas hay una destacada: ‘amenaza’, que suele utilizarse en vez de ‘advertencia’. La principal diferencia entre ambas es que la última conlleva un carácter positivo o negativo, según el tipo de información que se ofrezca; mientras que en el caso de ‘amenaza’, la intencionalidad es siempre negativa. Por ende, los textos periodísticos que dan protagonismo a la acción de ‘amenazar’ denotan negatividad, y en un número significativo de las publicaciones analizadas, se ha atribuido a Rusia o a su presidente amenazas que, en realidad, de acuerdo a los discursos literales, eran realmente advertencias.

Uno de los ejemplos más claros lo hemos encontrado en la noticia “Putin saca pecho ante Biden y amenaza a EEUU”, publicada en Elperiodico.com. Aunque el titular informa sobre una “amenaza” de Putin a Estados Unidos, la lectura del texto demuestra que no existen citas literales del mandatario ruso que justifiquen el uso de esta palabra, sino una serie de advertencias llevadas a cabo tanto por el presidente ruso como por el norteamericano en las que se habla de las “amenazas” que la estrategia geopolítica de cada país representa para ambos. Así pues, en el trasfondo del artículo se observa un posible interés por hacer creer al lector que Rusia ha amenazado a Estados Unidos.

En la misma noticia es reseñable una suposición realizada por el periodista a raíz de un comentario de Putin sobre Trump en el que el mandatario ruso afirma que el expresidente estadounidense no abandonará la política. Según explica el texto, las palabras de Putin “muy probablemente serán interpretadas por ciertos analistas y estrategas políticos en EEUU como una advertencia en toda regla dirigida a Joe Biden”. Dicha afirmación especula con que las palabras de Putin pueden ser una advertencia para Biden, y además enfatiza la importancia de la misma al añadirle “en toda regla”, sinónimo del adjetivo ‘auténtico’.

Bien distinto es lo que ocurre con el primero de los subtitulares de la misma noticia: “El presidente ruso advierte a la nueva Administración norteamericana que su país desarrolla «nuevas armas nucleares»”. Esta oración, bajo nuestro criterio, sí es ejemplo de una correcta representación periodística de la realidad, pues se ajusta a las palabras mencionadas por Putin. Esta buena práctica nos sirve para confirmar la intencionalidad del titular antes mencionado, y la contrastada diferencia entre amenaza y advertencia.

4.3 Diferencias entre cabeceras

Aunque en los cuatro diarios digitales hemos detectado la intención de potenciar aspectos negativos sobre el eje que venimos analizando, hay claras diferencias entre ellos. Elpaís.es ha demostrado un excesivo interés por culpabilizar a Rusia y China de la escalada de tensión con Occidente, y, en la mayoría de las informaciones analizadas, acusa a estos gobiernos de idear estrategias para desestabilizar a Estados Unidos y Europa. Cuando recurren a expertos especializados en el eje Rusia-China, por lo general, muestran visiones desfavorables. Además, su lenguaje suele ser muy explícito en los titulares, utilizando un discurso similar al de un contexto prebélico. Llama la atención el encabezado de una noticia de este diario publicada poco antes de finalizar el trabajo. Nos referimos a: “Alemania se enroca en su apoyo al gasoducto ruso”, titular que, al ser clicado y volver aparecer junto al cuerpo del texto, cambia a “El gaseoducto Nord Stream 2 amplia la pugna entre Rusia y Occidente” (Sahuquillo, 28 de marzo de 2021). De este modo, lo que en un principio parece ser una noticia crítica con Alemania por mantener activo el proyecto que suministrará gas ruso a su población, se convierte en un artículo que muestra a Rusia y Occidente como centros de poder enemigos. En cualquiera de los casos, el Estado ruso siempre es presentado como un peligro para los ciudadanos.

En otro texto de Elpais.es, un reportaje interpretativo titulado “Democracia en cuarentena por coronavirus”, se explica el modo en el que un grupo de países considerados como “Estados de derecho incipientes o débiles” aprovecharon las primeras restricciones de la pandemia para limitar aún más los derechos y la privacidad de sus ciudadanos (Sahuquillo, 31 de marzo de 2020). En la publicación también se mencionan casos concretos de prácticas abusivas o coercitivas a la libertad en países con ‘democracias fuertes’, pero el reportaje las acepta como efectos inevitables de las estrategias político-sanitarias ideadas contra la pandemia por sus gobiernos. Llama la atención que el tema principal del texto no se dedica aparentemente a Rusia y China, y por ende no se les nombra en el titular, sin embargo su lectura nos muestra que estos países son los verdaderos protagonistas. Así puede comprobarse en la cantidad de líneas dedicadas a ellos. El tercer país al que le brindan más espacio es Hungría, cuyo presidente se manifiesta como uno de los mayores aliados de Putin en el seno de la Unión Europea.

En cualquier caso, el reportaje es especialmente duro con Rusia. Destacamos los tres siguientes extractos:

1 “En Rusia se ha incrementado el uso de la tecnología (…) y se han aprobado nuevas normas contra las noticias falsas sobre el virus (…) que podrían derivar en un incremento de la persecución a los medios independientes”.

2 “El Gobierno ruso ha apostado por medidas de corte autoritario-unilateral en la era del Gran Hermano”.

3 “Rusia ha apostado sobre todo por la tecnología autoritaria”.

La realidad es que no apreciamos este tipo de lenguaje en el texto cuando se habla de los métodos, también basados en tecnologías de última generación, utilizados por los países de la Unión Europea, Estados Unidos, Corea del Sur y Canadá, entre otros. Además, cuando se trata de países con democracias liberales, las medidas generan “debate”, pero cuando ocurren en Rusia y China, o países que simpatizan con ellos, provocan alarma.

En relación a esta última idea, hemos de indicar que pocas semanas después de publicarse el reportaje, en otros países con ‘democracias fuertes’ también se cuestionó la puesta en marcha de medidas de control sobre la población. En España, sin ir más lejos, se han criticado las medidas de monitorización de las redes sociales adoptadas por el Gobierno. El propio Elpais.es comenzó a informar sobre la inseguridad jurídica y otros aspectos negativos que podían provocar las decisiones adoptadas por Moncloa en su lucha contra la desinformación, especialmente por el peligro que conlleva una hipotética intencionalidad política.

La pandemia sanitaria nos sirve igualmente para hacer mención a la edición digital de La Vanguardia, también muy crítica con el comportamiento de Rusia y China. Nos vale como ejemplo el reportaje interpretativo “Rusia y China utilizan sus vacunas para extender su influencia ante el sálvese quien pueda occidental” (Saura, 7 de febrero de 2021). Este texto presenta a las vacunas de la Covid-19 como valiosas herramientas utilizadas por Rusia y China en política exterior “para extender su influencia”, sin embargo, no considera una intencionalidad similar por parte de los países occidentales, a cuyas farmacéuticas atribuye intereses únicamente económicos. Recordamos que numerosos holdings multinacionales, en su mayoría de origen estadounidense y europeo, acumulan más capital y poder que muchos países del mundo. Además, son habituales los acuerdos entre grandes corporaciones privadas y gobiernos para desarrollar proyectos comunes. Por tanto, este tipo de conglomerados, entre los que se encuentran las farmacéuticas, son actores protagonistas del tablero político-económico internacional y de los movimientos tácticos que en él se producen.

La publicación también menciona en varias ocasiones las estrategias de soft power impulsadas por Rusia y China, pero no las contrasta con las practicadas por Occidente, a quien presenta como un centro de poder defensor de la libertad y la democracia. De un modo muy sutil, lanza la idea de que ayudar a los países menos desarrollados, cuando se trata de Rusia y China, atiende a una maniobra exclusivamente política, lejos de cualquier motivación humanitaria. De este modo, refuerza la idea de que el eje Rusia-China se está beneficiando de esta fase de la pandemia, y genera en el lector una imagen perjudicial de estos países. También indica que Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Europea han preferido acopiar todo el material de vacunación posible para su población, y apenas han impulsado proyectos que aseguren un reparto igualitario de las dosis. Lo interesante es que el discurso del reportaje, más que criticar esta práctica por ser egoísta y etnocentrista, la presenta como una debilidad de Occidente, aprovechada por los gobiernos ruso y chino para impulsar su dominio mundial.

En este y otros textos de La Vanguardia, como por ejemplo “Guerra «de hielo» entre Rusia y EE.UU”, o “Temor a que China y Rusia se aprovechen del freno a la ampliación en los Balcanes”, es fácil corroborar que los expertos con un discurso favorable a Occidente, por lo general, son más consultados o cuentan con más espacio en la extensión total de la publicación que los cercanos al eje Rusia-China (Aragonés, 21 de diciembre de 2020; Masdeu, 21 de noviembre de 2019). En ocasiones, estos últimos ni siquiera aparecen; una práctica que lleva implícita una intencionalidad y condiciona la opinión final del lector. El diario Elperiodico.com, precisamente, reincide en no utilizar fuentes directas que aporten una perspectiva de contrapeso a la ya de por sí desproporcionada visión sobre los asuntos relacionados con el eje Rusia-China.

Es muy significativo el reportaje interpretativo: “Cómo China aprendió de Rusia a mentir al mundo sobre el covid-19”, donde se utilizan numerosas citas de Mira Milosevich-Juaristi, investigadora principal del Real Instituto Elcano (Torre, 24 de mayo de 2020). Milosevich-Juaristi, sin duda alguna, es una analista contrastada y aporta una excelente visión sobre las técnicas de desinformación desarrolladas por los gobiernos de Pekín y Moscú, sin embargo, sus apreciaciones son las únicas que el lector puede encontrar en el texto. Echamos en falta la opinión de otros expertos que, por ejemplo, aclaren si en los países occidentales también se diseñan ofensivas que manipulen a la sociedad a través de fake news u otro tipo de contenidos.

En cuanto a El confidencial.com, este diario destaca por ser uno de los que más profundiza en las características e intereses de los dos ‘bloques’, demostrando mayor imparcialidad en sus textos. Para conseguirlo recurren a voces que critican y defienden a ambos centros de poder. En el reportaje interpretativo “Así compra China el favor del mundo en vías de desarrollo para ganar la nueva Guerra Fría”, por ejemplo, detalla las multimillonarias inversiones que China ha realizado en África en la última década, y se detiene en el interés geoestratégico que las promueven; pero también deja constancia de que se trata de un comportamiento propio de una gran superpotencia que busca de su beneficio propio, del mismo modo que lo hacen Estados Unidos o la Unión Europea (Aldama, 5 de agosto de 2020). En este texto, a pesar de contar con un titular que denota conflicto, se lleva a cabo una representación equilibrada de la realidad.

Bien es cierto que, siguiendo la tendencia de los otros diarios digitales analizados, elconfidencial.com da prioridad a la publicación de textos que, en su conjunto, manifiestan negatividad sobre el eje Rusia y China. Así puede observarse en: “Una amistad para gobernarnos a todos: el plan de Xi y Putin que cambiará el mundo”, y “¿Ha perdido la UE a Italia a frente China y Rusia? Los riesgos de la diplomacia de crisis” (Iriarte, 21 de junio de 2019; Coratella, 28 de abril de 2020).

4.4 Noticias firmadas

Se descartó limitar la muestra a textos firmados individualmente y, por tanto, se admitieron artículos rubricados por redacciones y agencias. No obstante, hemos podido observar que la totalidad de los textos han sido firmados por profesionales perfectamente identificados, hecho que demuestra el interés de los redactores jefes por tratar con mayor profundidad el tema que venimos analizando.

4.5 Predominio del género interpretativo

Un punto importante es el relativo al género de las publicaciones analizadas. De los 35 textos seleccionados, el más repetido es el Informativo-Noticia, con un total de 11; seguido del Interpretativo-Crónica y el Interpretativo-Reportaje, ambos con nueve; del Interpretativo-Análisis, con cuatro; y por último, del Interpretativo-Entrevista, con dos.

Por tanto, 24 de las publicaciones quedan clasificadas dentro del género interpretativo, aunque solo cuatro de ellas están identificadas explícitamente como tales: las dos entrevistas, y dos de los cuatro análisis. Observamos en este sentido que la presentación o ‘etiquetado’ de los géneros es pasada por alto en la mayoría de los textos seleccionados. Esta práctica, que puede provocar confusión en los lectores a la hora de distinguir entre información e interpretación, es habitual en los periódicos digitales generalistas, y por ende, en los que hemos elegido para este trabajo.

De la misma forma, en nuestro caso concreto, detectamos que en las modalidades de crónica y reportaje, ambas englobadas dentro del género periodístico interpretativo –donde se recomienda una equilibrada conjugación de información e interpretación–, predomina claramente la interpretación sobre la información, es decir, la intencionalidad discursiva de la persona que firma el texto sobre el fiel relato de los hechos que originan la noticia.

Hemos de indicar al respecto que, aunque la interpretación domine los textos periodísticos en la actualidad, esta realidad no justifica que en ellos exista una preferencia por tratar negativamente la información sobre Rusia y China. La interpretación o visión subjetiva de acontecimientos relacionados con los países que protagonizan nuestro estudio aproximativo también podría ser positiva, o incluso neutra, y centrarse, dependiendo de cada país, en asuntos como: su potencialidad como destino turístico, la riqueza de su cultura, su aportación al comercio internacional, o su capacidad para desarrollar vacunas a bajo coste y disposición a distribuirlas en países subdesarrollados, entre otros. Pero estos aspectos apenas se tratan. La intencionalidad suele tender hacia el conflicto y la bipolaridad.

En relación a esta última idea, y a modo de introducción a las conclusiones, cabría preguntarse a quién favorece más el clima de tensión: si al eje Rusia-China, como suelen apuntar y abundar en argumentos la mayoría de las noticias que hemos analizado; o a Estados Unidos, Reino Unido, y determinados países de la Unión Europea, quienes históricamente han necesitado la existencia de un elemento esencial en las Relaciones Internacionales: el enemigo, figura de gran interés para las audiencias.

5. Conclusiones

La primera de nuestras conclusiones confirma la hipótesis principal de este artículo: existe un discurso negativo sobre el eje Rusia-China en los diarios digitales españoles de referencia. Aunque la aproximación analítica se ha focalizado en 35 textos periodísticos de cuatro medios concretos, consideramos que la muestra es suficientemente representativa para extender nuestra conclusión a la mayoría de las cabeceras profesionales publicadas en Internet. Es necesario matizar que, aun considerando la existencia de una tendencia informativa desfavorable a Rusia y China, no todas las publicaciones sobre estos países tienen recursos que el lector pueda considerar como negativos, pero sí percibimos un progresivo aumento de su uso en momentos de mayor desencuentro con los países occidentales.

Los textos que provocan incertidumbre, inquietud o miedo consiguen más interacciones en los medios digitales y, por tanto, más tráfico y usuarios sobre los que impactar publicitariamente. Los temas relacionados con el eje Rusia-China y su supuesta amenaza de desestabilizar la democracia y el estado de bienestar de Occidente son un enorme filón en términos de monetización para los propietarios de los diarios online. En este sentido, no es de extrañar que habitualmente aparezcan publicaciones sobre Rusia o China en la sección de Elpais.es “Lo más visto en…” (Elpais.es, 2021). Concluimos que informar sobre el eje Rusia-China como potencial amenaza de Occidente es una tendencia consolidada en la prensa digital española que atiende a criterios comerciales. A su vez, dicha inclinación puede depender de criterios ideológicos, en defensa de la línea editorial del propio diario. Si utilizamos de nuevo como ejemplo a Elpais.es, su propiedad es controlada por un fondo de inversión occidental, y su visión político-económica del mundo choca con la de Rusia y China.

También concluimos que la inclinación política de los diarios digitales analizados, por lo general simpatizantes de ideologías de izquierda, centro o derecha, no condiciona su discurso sobre el eje Rusia-China, ya que, en mayor o menor medida, en todos presenta connotaciones negativas. Esta apreciación refuerza una de las teorías de la reflexión anterior: existe un interés comercial común por monetizar este tipo de contenidos.

En el tratamiento de los acontecimientos relacionados con Rusia y China, los textos del género informativo, noticias en su totalidad, muestran características propias de los textos interpretativos o de opinión. Esta tendencia puede ser utilizada de forma sutil para influir en la visión crítica de un lector sobre un determinado tema, ya que, al no estar etiquetada como crónica, reportaje o columna, por ejemplo, puede ser valorada como una información objetiva, y no como una información que promueve intencionalmente ideas. Del mismo modo, tal y como se explicó en el punto dedicado a los resultados, hemos detectado recursos lingüísticos propios del periodismo sensacionalista.

A modo de conclusión final, y siendo conscientes de que Rusia y, sobre todo, China, practican fórmulas autoritarias de gobierno, nos vemos obligados a cuestionarnos si todo lo relacionado con estos países es perjudicial para Occidente, tal y como suelen presentarnos en los medios de comunicación de referencia. ¿Por qué apenas nos llegan informaciones positivas sobre ellos? ¿Por qué se han subestimado las vacunas rusa y china contra la Covid-19, si también salvan vidas? Este dilema nace de nuestra propia condición de lectores, siempre a merced de los creadores de contenidos. ¿Hasta qué punto somos dirigidos por este tipo de tendencias? ¿La sociedad tiene realmente una visión crítica? ¿No estar de acuerdo con la corriente que demoniza a Rusia y China nos convierte en ciudadanos antidemocráticos? Abrimos nuevas líneas de investigación.

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Sahuquillo, M. (19 de febrero de 2020). Rusia prohíbe la entrada de ciudadanos chinos a su territorio para frenar el coronavirus. El País. https://elpais.com/sociedad/2020/02/18/actualidad/1582049203_244853.html

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Saura, G. (7 de febrero de 2021). Rusia y China utilizan sus vacunas para extender su influencia ante el sálvese quien pueda occidental. La Vanguardia. https://www.lavanguardia.com/internacional/20210207/6228356/rusia-china-vacunas-influencia.html

Torre, S. (24 de mayo de 2020). Cómo China aprendió de Rusia a mentir al mundo sobre el covid-19. El Periodico. https://www.elperiodico.com/es/internacional/20200524/como-china-aprendio-rusia-mentir-mundo-covid-19-7972525

Vidal, M. (25 de junio de 2016). China y Rusia refuerzan su relación con una treintena de acuerdos. El País. https://elpais.com/internacional/2016/06/25/actualidad/1466876403_667255.html

Vidal, M. (11 de septiembre de 2018). China pide a Rusia construir un frente contra el proteccionismo de Trump. El País. https://elpais.com/internacional/2018/09/11/actualidad/1536684018_417721.html

Vidal, M. (8 de junio de 2018). Xi y Putin exhiben su amistad frente a las divisiones en la cumbre del G7. El País. https://elpais.com/internacional/2018/06/08/actualidad/1528474142_097778.html?id_externo_rsoc=TW_CM

7. Anexo

Cuadro 3. Ejemplo de matriz de análisis de la noticia.

DIARIO: elpais.es

FECHA: 29/06/2020

SECCIÓN: Tecnología

URL: https://elpais.com/tecnologia/2020-06-29/la-agresiva-y-exitosa-estrategia-en-redes-de-los-medios-estatales-de-rusia-china-iran-y-turquia.html

TITULAR: La agresiva (y exitosa) estrategia en redes de los medios estatales de Rusia, China, Irán y Turquía.

1. PLANO SIGNIFICATIVO/TEXTO

1.1 NIVEL TEMÁTICO: SIGNIFICADOS GLOBALES

El tema principal gira en torno al gran impacto que tienen las noticias publicadas en medios digitales controlados por estados con “poca libertad de prensa”. En relación a esta acusación, contrastada en muchos informes, no se atribuye a continuación una fuente oficial. La noticia recoge más adelante la coinvestigación de Jonathan Bright, miembro de Oxford Internet Institute -OII-. Se centra en cuatro países: Rusia, China, Irán y Turquía.

1.2. NIVEL DE SIGNIFCADOS LOCALES

1.2.1 DE CARÁCTER IMPLÍCITO O INDIRECTO

Aunque de forma general crítica la política de comunicación y los medios de los países antes mencionados, indirectamente se centra en Rusia, y más concretamente en su red de noticias internacional: RT. El subtítulo dice: “Un estudio alerta del peso creciente de la cadena rusa RT en español en América Latina”.
El artículo destaca los aspectos negativos de esta tendencia, pero se ha olvidado de algunos positivos, como el equilibrio de los flujos de información globales, absolutamente dominados por grupos de comunicación occidentales desde la caída de la URSS. Muy vagamente menciona que no todo el contenido producido por estos medios se ciñe a la presión de su línea editorial: “hay mucho [contenido-información] que se ajusta a los hechos”.

1.2.2 DE CARÁCTER EXPLÍCITO O DIRECTO.

En el titular se pone en valor un aspecto positivo -el éxito de la estrategia mediática de dichos países-que, al mismo tiempo, tiene connotaciones negativas para Occidente. El adjetivo “exitosa” aparece entre paréntesis como complemento al también adjetivo “agresiva”, recurso que refuerza la intencionalidad del discurso, contrario a los intereses de los medios, sobre todo los digitales, controlados por Rusia, China, Irán y Turquía; y de forma más específica, a su política de generación de flujos informativos a nivel internacional. Así lo confirman afirmaciones como “creciente poder” y “distribución de influencia y soft power”.

2. PLANO FORMAL/TEXTO-CONTEXTO

2.1. ESTRUCTURAS FORMALES SUTILES

El artículo se plantea: “¿Cómo es de preocupante este interés de cadenas estatales por ampliar sus audiencias en las redes”, con el objetivo de buscar una respuesta negativa. Del mismo modo expresa como “pregunta decisiva” si “las redes han tenido que ver en su creciente poder”, en esta ocasión refiriéndose a RT. La contestación que ofrece es afirmativa.
Otro punto importante es el destacado de los cuatro principales objetivos de las noticias detectadas por el OII: 1) crear caos en Occidente y minar sus instituciones; 2) fomentar un profundo sentimiento estadounidense; 3) elogiar a los países de cada medio; y 4) viralizar teorías conspirativas.
Finaliza afirmando que “una de las críticas más sustanciales y poderosas al papel de las redes sociales: iguala a todos los protagonistas y amplifica el contenido más sensacionalista”, una realidad contrastada por otras investigaciones. Lo llamativo es que deja entrever que esta práctica es realizada por los medios de los países que venimos mencionando, y también por otros nuevos medios occidentales de corte extremista. De este modo, sutilmente, iguala a las empresas informativas rusas y chinas, por ejemplo, con los medios radicales de Occidente, dando a entender que los medios generalistas de Estados Unidos y Europa no se apoyan en estas tácticas propagandísticas para captar a las audiencias y transmitirles mensajes interesados.

2.2. NIVEL CONTEXTUAL

Hace mención al contexto de globalización de la información en el entorno digital a través de nuevos canales como las redes sociales, sobre todo a partir de mediados de la década del 2000. Esta realidad se desarrolla en un periodo en el que ha crecido paralelamente la polarización entre los principales centros de poder en el mundo, con Rusia y China despuntando en el ámbito cibernético.

Martín Ávila, A.J. (2022).

Aproximación al discurso de los medios digitales españoles sobre el eje geopolítico: Rusia-China.

aDResearch ESIC International Journal of Communication Research. 27, e199.

https://doi.org/10.7263/adresic-27-199