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Esic Market Economics and Business Journal

Vol. 53, Issue 2, mayo-agosto 2022, e288

Identificación de las contribuciones de las mipymes a la competitividad territorial: análisis de dos actividades económicas en Cauca, Colombia

Diana Ximena Sánchez Tróchez

Orcid: https://orcid.org/0000-0003-0309-0673

Fundación Universitaria de Popayán

diana.sanchez@docente.fup.edu.co

Laura Beatriz Potes Ordoñez

Orcid: https://orcid.org/0000-0002-3654-4726

Fundación Universitaria de Popayán

laura.potes@docente.fup.edu.co

Gabriel De la Torre Solarte

Orcid: https://orcid.org/0000-0002-1771-0522

Fundación Universitaria de Popayán

gabriel.solarte@docente.fup.edu.co

Wilfred Fabián Rivera Martínez

Orcid: https://orcid.org/0000-0003-2888-7929

Corporación Autónoma del Cauca

wilfred.rivera.m@uniautonoma.edu.co

Recibido: 24-03-2022; Aceptado: 4-08-2022; Publicado: 24-10-2022

Resumen

Objetivo: este artículo analiza las dinámicas empresariales de dos actividades económicas representativas de la economía nacional como lo son la manufactura y la construcción a fin de identificar la perspectiva empresarial y el análisis del entorno general, elementos relevantes en el tejido empresarial que inciden en las mediciones de competitividad.

Metodología: Para lograr este propósito se diseñó una metodología mixta que aplicó encuestas y entrevistas semiestructuradas a 146 empresas representativas de estos sectores en el departamento del Cauca, en el sur-occidente colombiano.

Resultados: entre los hallazgos de mayor relevancia se encuentran las variables que inciden en la perspectiva empresarial y los factores del entorno en los que se desempeñan estas empresas como la fuente primaria de elementos, cuya gestión precisa de mayor atención por parte de agencias estatales y organizaciones de apoyo empresarial a fin de contribuir al mejoramiento de la competitividad en el ámbito territorial.

Limitaciones: se presentan dificultades en el trabajo de campo, debido a las exigentes medidas de bioseguridad de las organizaciones por la emergencia sanitaria del covid 19, extendiendo los tiempos de ejecución previstos inicialmente.

Implicaciones prácticas: el estudio es de utilidad para micro, pequeñas y medianas empresas dado que les permite identificar sus aportes a la competitividad de un territorio y posibilita una comprensión de sus principales dificultades, así como las formas en que atienden tales dificultades.

Palabras clave: Competitividad territorial; desarrollo regional; mipymes; perspectiva empresarial; prospectiva.

Código JEL: L1; M10; D21

确定中小企业对领土竞争力的贡献:对哥伦比 亚考卡省两种经济业务的分析。

文章摘要

研究目标: 本研究分析了国民经济中两个具有代表性的经济业务--制造业和建筑业--目的是为了确定商业视角和分析大环境以及商业结构中影响竞争力测量的相关因素。

分析方法: 为了实现这一目的,我们设计了一种混合方法,对哥伦比亚西南部考卡省的146家代表这些行业的公司进行调查和半结构化访谈。

调查结果: 此调查结果证实了影响这些公司商业视角的变量及环境因素是主要的调查来源,其管理需要国家机构和商业支持组织给予更多的关注,以促进本地竞争力的提高。

研究局限: 在进行本次研究时遇到了由于COVID-19的健康紧急情况,各组织的生物安全措施要求很高,延长了最初计划的执行时间。

实际应用: 这项研究对微型、小型和中型企业很有用,因为使它们能够确定对一个地区的竞争力的贡献,并能够了解它们的主要困难,以及它们解决这些困难的方法。

关键词: 本土竞争力;区域发展;中小企业;商业视角;远见。

JEL 代码: L1; M10; D21

1. Introducción

La exposición a una economía acelerada en este siglo exterioriza el análisis de las dinámicas de los territorios para alcanzar sistemas productivos sostenibles donde la competitividad territorial confluye como factor relevante. Su estudio implica el reconocimiento del desempeño de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) que como bien expresa Barrado (2016) aportan a la prosperidad de un territorio para la creación de valor económico y social. El conocimiento de su actividad mercantil y su experiencia en el mercado se cataloga como un fenómeno de gran interés por académicos, profesionales y pensadores de diferentes disciplinas en aras de mejorar las capacidades competitivas y la transformación productiva regional (Martinez et al., 2022)

Es por ello que estudios como los planteados por Somarriba (2015) han evaluado el fenómeno desde el impacto de la competitividad regional en las empresas, así como desde la relación existente entre la mipyme y el nivel de competitividad de la región, además del análisis del comportamiento de la tasa de empresarialidad en relación con indicadores de desarrollo, y su rol en el ámbito de la sustentabilidad. Sin embargo, es poco explorado el papel que desempeñan las mipymes en la competitividad territorial desde su experiencia empresarial y sus aportes a la región; autores como Rueda et al. (2019) argumentan que de no asumir estrategias de mayor alcance, las pymes colombianas no podrán responder a los desafíos del postconflicto según los lineamientos de las políticas públicas y programas gubernamentales. Para dar respuesta a lo planteado, este estudio propuso conocer la contribución de las mipymes a la competitividad territorial en el departamento del Cauca, sur-occidente colombiano, desde el análisis de dos actividades económicas, la construcción y la manufactura. El estudio se realizó desde la perspectiva empresarial y el análisis del entorno general a partir de la visión y práctica de los empresarios (Melgarejo et al., 2013).

Este estudio facilitará la identificación de algunos elementos clave del tejido empresarial de estos sectores que permitan avanzar en el aprovechamiento de los recursos regionales, así como impulsar nuevos estilos de desarrollo basados en las potencialidades de las economías locales.

2. Aproximación teórica

El escenario económico propio de la globalización ha expuesto el papel de los territorios para lograr éxito en las economías. Es allí donde se valora el desempeño territorial para lograr entornos productivos dispuestos a generar cambios no solo económicos sino sociales. La dinámica global, ha desarrollado un esquema de análisis de competitividad que involucra la dimensión empresarial destacando el aporte de las empresas en el sistema territorial en su conjunto.

En ese sentido, las mipymes juegan un papel relevante en esta dinámica productiva, catalogándose como una de las fuentes más importantes de la actividad económica de una región. Por ende, este estudio presenta conceptos propios de la competitividad territorial desde el ámbito internacional y nacional, así como los factores asociados; exhibe su relación con las mipymes y cómo el sistema colombiano las clasifica. Finalmente, muestra la asociatividad de la competitividad regional con la composición empresarial a partir de estudios desde el ámbito internacional, nacional y local. Partiendo de lo anterior, Puello et al. (2019) enfatizan que el concepto de competitividad territorial está imbricado con la capacidad para crear, desarrollar, y consolidar las distintas actividades económicas en el territorio.

La organización empresarial constituye un motor fundamental para la generación de riqueza en el ámbito económico y, entre otros factores, puede detonar externalidades positivas en la sociedad. De manera específica, la empresa se posiciona como un elemento constitutivo del desarrollo, en virtud de su posibilidad de impulsar el crecimiento de un territorio, satisfaciendo necesidades sociales, y generando beneficios económicos (Pérez y Pizarro de la Ossa, 2016).

En el ámbito colombiano, se hacen esfuerzos permanentes por colectar datos que permitan un análisis en detalle de la competitividad en los ámbitos nacional y regional; es así como se viene estructurando el índice departamental de competitividad, que para el año 2020 presentaba al departamento del Cauca en la posición 20 entre 33 regiones evaluadas según el Consejo Privado de Competitividad (2021).

En síntesis, este índice se conforma por cuatro factores de análisis (condiciones habilitantes, capital humano, eficiencia de los mercados y ecosistema innovador), 13 pilares (instituciones, infraestructura y equipamiento, adopción TIC, sostenibilidad ambiental, salud, educación básica y media, educación superior y formación para el trabajo, entorno para los negocios, mercado laboral, sistema financiero, tamaño del mercado, sofisticación y diversificación e innovación y dinámica empresarial) y 103 indicadores, los cuales corresponden en su totalidad a cifras y estadísticas que se obtienen a través de fuentes primarias cada año (Mancheno y Albán, 2019).

Gracias al análisis longitudinal de este indicador desde 2013, se han identificado diferentes factores que aceleran e impactan de manera directa en la competitividad de un territorio; de forma especial, se ha detectado que el rol de las micro, pequeñas y medianas empresas -constitutivas del 96% del entramado empresarial de Colombia- es esencial para impactar el índice. La experiencia a lo largo de siete años de medición da cuenta que, en la medida en que se presentan crecimientos en las actividades económicas de las regiones, el índice de competitividad correspondiente mejora sustancialmente.

Si bien el fenómeno de la competitividad tiene diferentes aristas y mecanismos de análisis, en el ámbito colombiano existe relativo consenso en que el rol de la empresa en los procesos de crecimiento económico y bienestar social es uno de los aspectos menos estudiados y cuyo análisis repercute en la generación de política pública pertinente desde la perspectiva territorial (Castro, 2013).

Entonces, existe una relación importante entre el número de mipymes colombianas y la infraestructura educacional y el Producto Interno Bruto (PIB), lo cual estaría indicando la importancia de la permanencia de la mipyme para el desarrollo de una región. Es decir, asumen un papel primordial como agentes creadores de riqueza, generación de empleo y su aporte social (Riascos y Carmona, 2018).

En Colombia, la ley 905 de 2004, expresó en el artículo 2° que: “(…) se entiende por micro incluidas las famiempresas pequeña y mediana, toda unidad de explotación económica, realizada por persona natural o jurídica, en actividades empresariales, agropecuarias, industriales, comerciales o de servicios, rural o urbana”, referente que ha permitido adelantar diferentes estudios como bien lo expresan Franco y Urbano (2019), que cumpla con los criterios de activos y número de empleados. Sin embargo, debido a nuevas realidades de las empresas colombianas, el Gobierno Nacional decidió adoptar los ingresos como criterio principal, aportando información sobre el tamaño real de las mismas y considerando particularidades de cada sector de la economía para una mejor clasificación en términos de pertinencia, expidiendo así, el Decreto 957 de 2019, el cual, según se aprecia en la tabla 1, fundamenta el tamaño empresarial en virtud de los ingresos por actividades ordinarias (mincomercio, 2019).

Tabla 1. Clasificación mipymes

Tamaño de la empresa

Manufactura

Servicios

Comercio

Micro empresa

hasta U$246.261

hasta U$349.404

hasta U$ 474.214

Pequeña empresa

desde U$ 246.261 hasta U$ 2.171.803

desde U$349.404 hasta 4 U$1.397.924

desde U$ 474.214 hasta U$ 4.568.507

Mediana empresa

Desde U$ 2.171.803 hasta U$ 17.109.856

desde U$1.397.924 hasta U$ 5.117.485

desde U$ 4.568.507 hasta U$ 22.892.584

Fuente: Ministerio de Comercio, Industria y Turismo de acuerdo a las cifras de Ingresos por actividades ordinarias anuales en millones de pesos colombianos de 2019. Calculado según TRM de $3277 para el año 2019.

Por consiguiente, los esfuerzos adelantados por las entidades estatales demuestran cómo las mipymes constituyen un papel relevante en el tejido empresarial de un país, dado su contribución en variables como el crecimiento en el producto interno bruto (PIB), la evolución de las reformas tecnológicas y el desarrollo económico. Sin duda, para el caso colombiano, el desarrollo empresarial se sustenta en empresas de pequeña escala, consideradas como la columna vertebral de las economías modernas (Franco y Urbano, 2019). Las investigaciones a nivel internacional, nacional y local asocian la competitividad regional con la composición empresarial; y de esta manera, se hace necesario considerar desde ese mismo enfoque el diseño de estrategias, planes y políticas para contribuir en su crecimiento económico y social (Ramírez y Pérez, 2018).

De acuerdo a Andrade Moreira et al. (2016) y Hashem y Shawabkeh (2019) se evidenciaron distintas variables que inciden en el impacto del tejido empresarial, como el tipo de actividad, periodo de tiempo, número de trabajadores, actividad laboral por género, rango de edad y capital invertido. Destacando la identificación de empresas exitosas, como la facultad para generar empleo y amplitud competitiva, resaltando beneficios relevantes para el entorno desde el ámbito regional como personal (salud, vivienda y educación para los hijos). De la misma forma, prevalece la dimensión de la innovación en la mejora de la competitividad de las pequeñas y medianas organizaciones, como un elemento determinante en los resultados empresariales (Sánchez y Acosta, 2020).

La investigación planteada por Sánchez Murillo et al. (2016) estudia las pymes desde la naturaleza jurídica, antigüedad, número de propietarios, cumplimiento de aspectos tributarios, género y escolaridad de los empresarios y gestión del talento humano (programas de capacitación, clima organizacional, condiciones laborales de contratación), que se complementa con la necesidad de considerar el intraemprendimiento en la organización como parte de la planeación estratégica organizacional (Sánchez et al., 2020). En definitiva, los autores evidencian el compromiso de los empresarios por contribuir en el desarrollo económico y la competitividad territorial, así como la gestión en términos de responsabilidad social empresarial.

Por su parte, estudios desarrollados por Gutiérrez et al. (2017) subrayan otros elementos como las estrategias de competitividad, promedio en ventas y tamaño de planta del personal. En ese sentido, los resultados resaltan empresarios concentrados en cumplir estrategias de competitividad del orden micro y como el entorno puede afectar su desempeño de forma negativa (nivel macro).

Desde el ámbito local, autores como Saldarriaga et al. (2019) consideran que las pymes adelantan actividades de planeación, contabilidad, calidad, compras, ventas, diseño, producción, inventario y mantenimiento, basadas en conocimientos más empíricos que académicos. No obstante, algunas han logrado contribuciones importantes en su sector, ofreciendo productos y servicios mejorados con algunos procesos de innovación, sin invertir grandes cantidades de recursos. De modo que la innovación se convierte en una ventaja competitiva que facilita la diferenciación y adaptación a los cambios del entorno.

3. Metodología

La investigación desarrollada fue de carácter exploratorio y descriptivo de los factores más relevantes así como el establecimiento de relaciones entre los actores; el estudio partió de las premisas de los modelos mixtos desde la integración metodológica propuesta, permitiendo la combinación cualitativa y cuantitativa, lo que llevó a la complementariedad entre los métodos (Hernández et al., 2014).

Se obtuvieron datos cuantitativos a partir de la aplicación de una encuesta mediante un muestreo estratificado proporcional a 146 micro, pequeñas y medianas empresas, 95 del sector manufacturero y 51 del sector de la construcción, que representan el 23% del total de las mypimes de dichos sectores registrados ante la Cámara de Comercio del Cauca (Colombia). Desde la perspectiva bibliográfica, además de la literatura académica, se consultan las bases de datos de la Cámara de Comercio del Cauca y el Departamento Administrativo Nacional de Estadística DANE. Estos referentes metodológicos y de consulta también dan directrices para la elaboración los instrumentos de colecta de datos -entrevistas y encuestas-.

Desde la perspectiva cualitativa se facilitó la comprensión de la realidad de los empresarios y sus entornos, atribuyendo el valor propio de sus discursos y profundizando en situaciones particulares de sus dinámicas e interacciones con la competitividad territorial, mediante la implementación de entrevistas semiestructuradas. Se adelantó un análisis del entorno general, que permitió comprender la perspectiva empresarial y la realidad de los cuatro factores, a saber: sociales, económicos, tecnológicos y político legales, sustentado con los aportes de autores descritos en el cuerpo del documento, entre los que cabe resaltar a Varela y Soler (2015), Sarmiento et al. (2014), Sepúlveda y Reina (2016), Calderón (2017), Casco (2020), Villegas (2020), Hernández et al. (2017) y Canto (2021).

Las hipótesis están fundadas en los datos y se desarrollan en interacción con ellos, en lugar de ser ideas previas que van a ser testadas. Así, las proposiciones hipotéticas son producidas o inducidas durante el mismo proceso de investigación (Hernández et al., 2014).

Como señala Varela y Soler (2015), “la perspectiva cualitativa no se usa tanto para verificar un modelo o una hipótesis cerrada, sino para descubrir. Precisamente porque el material con el que se trabaja es un material sensible que dice tanto de quien lo dice, o por quién está investigando en ese momento" p. (34). Por ello, la investigación cualitativa no pretende verificar una hipótesis sino develar lo oculto, descubrir aquello que conforma las diversas subjetividades, los discursos de los individuos investigados, los cuales se encuentran situados en contextos histórico-sociales. En este sentido esta investigación se orienta hacia la búsqueda de dinámicas y percepciones de los empresarios en su interacción con la sociedad, el Estado y el mercado.

4. Desarrollo del trabajo de campo y análisis de resultados

A continuación, se describen los resultados y estudios de mayor relevancia a partir de dos frentes de análisis: a) la perspectiva empresarial y b) el análisis de los entornos.

a. Perspectiva empresarial

A partir de la literatura consultada, se identificaron cuatro variables de notabilidad al momento de estudiar y comprender las características de los empresarios; estas fueron: edad, años de experiencia, capital invertido, número de empleados. Los datos y sus implicaciones se explican a continuación.

Edad de los empresarios, característica distintiva generacional: la edad como variable discreta, según Magrelli et al. (2020), influye en la forma como los individuos interpretan y se relacionan con el entorno, incidiendo en la visión del tejido empresarial y, por ende, en la competitividad territorial. La tabla 2 evidencia la perspectiva desde diferentes generaciones y las características más relevantes de cada una.

Tabla 2. Perspectiva generacional de los empresarios

Perspectiva y generación y su edad

Generación silenciosa o Swinger, (nacidos antes de 1943)

Generación Baby Boomers (nacidos entre 1941 – 1960)

Generación X (nacidos entre 1961 – 1981),

Generación Y/ Millenials (nacidos entre 1982 – 2000)

Participación en el estudio

2%

34%

49%

16%

Resultados del estudio

El 100% consideran que no ha habido un progreso del tejido empresarial

El 76% considera que existe un bajo progreso del tejido empresarial, frente al 31% que tienen una mirada optimista

El 69% indica un bajo progreso, frente al 31% que consideran sí ha habido progreso

El 64% considera que existe un bajo progreso del tejido empresarial, mientras que el 36% es optimista

Características relevantes

Conservadores

Alto sentido de la disciplina

la obligación Responsabilidad de Jerarquías

Diferenciadores en los puestos de trabajo

Independientes

leales

Interés por el trabajo

Ganar estatus

Calidad de vida

Responsables Confiabilidad empoderamiento empresarial

Grandes influyentes sobre el entorno

Profesionales maduros y bien preparados

Espíritu emprendedor

Adaptación al entorno

Valoran el trabajo flexible

Exigentes parámetros de medición

Esfuerzo individual

Tomadores de riesgos empresariales

Tecnología y mundo digital

Trabajo en equipo

Creación de redes

Información inmediata

Realización personal

Vida activa

Participación en la comunidad.

El salario está ligado a los objetivos,

Su motivación está ligada a la recompensa

Fuente: Propia a partir de Magrelli et al. (2020).

La generación X, reconociéndola por su espíritu emprendedor, adaptación al entorno y exigentes parámetros de medición, determina sus logros a partir de resultados de alto desempeño (Tortorella et al., 2020); esta connotación la lleva a esperar un crecimiento significativo en el tejido empresarial (Diaz, 2017), sin embargo, desde su juicio de valor, no se evidencia.

Ahora bien, la visión de la generación de los Baby Boomers según autores como Hernández et al., (2016), se catalogan como independientes, leales e interesados por trabajar, ganar estatus y calidad de vida, representan en sí mismos uno de los grupos poblacionales más avanzados en la vida productiva; su visión según el estudio es más acentuada en relación con la perspectiva del poco desarrollo empresarial; mientras que la generación Y, considerada como la más joven, capaz de crecer y adaptarse rápidamente al entorno, también supera el 50% con respecto a su experiencia asociada al poco desarrollo del tejido empresarial. Esta condición evidencia que los aspectos no controlables del entorno (externos) inciden notoriamente en el desempeño y la competitividad territorial.

Experiencia; años como empresarios: No obstante, el tiempo recorrido en el ámbito empresarial, para algunos autores como Choi et al. (2020) incide en los resultados y la sostenibilidad empresarial, siendo una variable que contribuye a tipificar la productividad mediante la eficiencia y la eficacia tanto de la gestión administrativa de los directivos empresariales como en su participación de sujetos que actúan en una colectividad empresarial, además de proponer que las organizaciones deberían aprovechar mejor el conocimiento de sus directivos que han alcanzado por el tiempo de experiencia.

Tomando como referencia la escala de evolución empresarial propuesta por Soler y Varela (2015), el empresario recorre un tránsito que está directamente asociado con los años de experiencia y otras variables; a su vez, determina su perfil, catalogándolos como empresarios intencionales, nacientes, nuevos y establecidos.

En la tabla 3 se muestra la incidencia nuevamente de la generación X, que, a pesar de tener una suficiente experiencia en el mercado, sus ingresos no son significativamente altos, sin embargo, son los que mayor representatividad tienen en el sector, después de la generación Y. Es decir, la conformación del tejido empresarial, para el caso de estudio, es una población joven que todavía no registra recursos importantes para la competitividad territorial.

Tabla 3. Años de experiencia de los empresarios

Experiencia

Nuevos

Intencionales

Nacientes

Establecidos

(Porcentaje de empresarios)

31%

38%

17%

14%

Características

Experiencia consolidada que oscila entre seis y 11 años

Ingresos en crecimiento

Ingresos medios Formación posgradual

De 12 a 17 años de experiencia (50%)

De 18 a 23 años de experiencia (50%)

Poca experiencia

Experiencia entre uno y cinco años

Experiencia entre 24 a 29 años (20%)

Experiencia entre 36 y 41 años (20%)

Experiencia entre 42 y 47 años (35%)

Experiencia entre 48 y 53 años (251%)

Generación

Generación Y

Generación X

Generación Y

Generación Baby Boomers

Generación tradicionalista

Fuente: propia a partir de los autores Solera y Varela (2015).

De este modo, es apremiante presentar modelos que fortalezcan el tejido empresarial como estrategia de competitividad territorial, y en esencia, que impulsen el crecimiento regional promovido por las generaciones jóvenes.

Se empieza entonces, a permear un cúmulo de experiencias que facilitan el sostenimiento organizacional. Schultz (2022) observa que la experiencia emprendedora y motivaciones pueden determinar el crecimiento empresarial, mientras que otros autores determinan que la educación universitaria y experiencia laboral previa son fundamentales para caracterizar al emprendedor exitoso.

Capital invertido en la creación de la empresa (pesos colombianos): entre los retos que se tienen para la creación de empresa se encuentra la capacidad de financiar los planes de negocios que dan pie al crecimiento empresarial. Por consiguiente, la competitividad territorial como resultado de la interrelación de las dimensiones empresarial, gubernamental, científico-tecnológica, medioambiental, social y de infraestructura requiere recursos para influir en el desempeño económico del sistema territorial en su conjunto (Sarmiento et al., 2014).

Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones, el inicio de operaciones de una empresa es posible gracias a los recursos propios provenientes de ahorros o de préstamos que decide asumir el empresario, y no precisamente de financiación externa del estado o ángeles inversionistas. En este sentido, la tabla 4 refleja según el estudio los montos invertidos para la creación de empresas, que son coherentes con el tipo de organización más representativa en los sectores de construcción y manufactura, como son las mipymes.

Tabla 4. Montos de inversión para la creación de empresa

Montos de inversión (recursos propios)

%

Empresas

Hasta U$ 2.746

83

121

Entre U$ 2.746 y U$5.797

9

13

Entre U$ 6.103 y U$ 8.849

5

7

Entre U$ 15.257 y U$ 18.004

2

3

Entre U$ 12.206 y U$ 14.952

1

1

Entre U$ 21.361 y U$ 24.412

1

1

 

100%

146

Fuente: propia. Calculado según TRM de $3.277 para el año 2019

De acuerdo con Sepúlveda y Reina (2016) parte de los elementos que influyen en la productividad territorial son los capitales de fondos propios o fondos externos catalogados como capital semilla, en este caso liderados por entidades públicas y privadas, con el fin de financiar la creación de empresas.

Aunque existen diferentes programas especializados en este aspecto, son múltiples los casos en los que los empresarios deciden hacerlo con recursos propios y así evitar trámites para acceder a préstamos; sin embargo, los montos siguen siendo bajos comparados con los otorgados por programas estatales o ángeles inversionistas. Los datos arrojados anteriormente responden a capital propio.

Resultados que coincide con países como Argentina, Brasil y Chile quienes sus fuentes de financiamiento son propios. Por su parte, Ecuador, Salvador, México, Nicaragua, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay acceden a fuentes externas como créditos bancarios (Orueta et al., 2019).

El estudio deja entrever que los empresarios prefieren alternativas de financiación propia debido a las dificultades de acceso financiero. Orueta et al. (2019) señalan que subsisten las barreras del acceso al financiamiento tradicional a las pymes pues menos del 40% de ellas ha logrado tenerlo. Por lo anterior, es importante el fortalecimiento de las fuentes de financiación de tal manera que se garantice el crecimiento y sostenimiento de las mipymes. En ese sentido, es imperante que se facilite el acceso a mercados nacionales e internacionales para propiciar una estructura productiva solida hacia la generación de empleos formales y sostenibles.

Número de empleados: existen competencias distintivas desde el talento humano que contribuyen a la competitividad regional, pero que exige un mayor aprovechamiento en la gestión de las personas para desarrollar capacidades de innovación y calidad como ventajas competitivas significativas sostenibles a largo plazo mediante la conformación de equipos interfuncionales, más cuando la capacidad de contratación es muy limitada para las pymes (Calderón, 2017). A esto se suma el esfuerzo de los empresarios por ampliar el número de empleados que se sostengan en el tiempo y contribuyan significativamente en los indicadores de desempeño organizacional.

La tabla 5 muestra el comportamiento en el número de empleados contratados para iniciar operaciones, y posteriormente a la fecha del estudio. Se puede evidenciar el decrecimiento para las micro empresas que posteriormente pasaron a otras categorías.

Tabla 5. Número de empleados para la creación y sostenimiento

Número de empleados

% de empresas para creación

% de empresas a la fecha del estudio

Variación (unidad)

Nivel de Variación

Hasta nueve empleados

97%

80%

De 141 a 118

Bajo

Entre 10 a 19 empleados

2%

12%

De 3 a 18

Subió

Entre 20 a 29 empleados

0%

3%

4

Subió

Más de 30 empleados

1%

5%

6

Subió

 

100%

100%

146

 

Fuente: propia

Este comportamiento resulta interesante al comparar algunas experiencias en América Latina y el Caribe, donde las microempresas representan alrededor del 3,2% de la producción, mientras que en Europa contribuyen seis veces más (20% del PIB) (Amorós, 2021); esto pone sobre la mesa la necesidad de fortalecer su aparato productivo en el ámbito regional como estrategia para dinamizar la competitividad territorial. Es necesario que ocupen un lugar preponderante como lo que sucede en Alemania, Japón y Estados Unidos, donde los modelos de economía demuestran que las microempresas son importantes desde el punto de vista social, en tanto generan empleo y permiten crear innovación, lo que, de alguna manera, acelera los procesos económicos y sociales.

Si a lo anterior se suma la inestabilidad que ha provocado la pandemia del covid 19, como bien lo expresan varios autores, entre ellos Del Rio (2021), este tipo de organizaciones deben mejorar su visión, adaptándose rápidamente a entornos inestables, con perspectiva holística para encontrar oportunidades de crecimiento. Por consiguiente, su condición de pequeño y mediano formato, debe ser una característica a favor que contribuye al ecosistema empresarial.

b. Análisis del entorno empresarial

Continuando con el segundo frente de análisis, esta investigación avanzó hacia la indagación sobre los elementos de contexto que influyen y se ven influenciados por las operaciones de las empresas objeto de estudio. Son diversos los desafíos que plantea el binomio empresa sociedad, especialmente aquellos relacionados con las variables no controlables que afectan el entorno general. Efectivamente, al ser las empresas, el motor principal de generación de riqueza, se convierte en un elemento constituyente del desarrollo territorial y con ello, de la competitividad territorial.

Factores sociales: entre las connotaciones sociales más relevantes, se puede mencionar los cambios de interacción que han permeado, no solo las relaciones interpersonales, sino el mercado del trabajo, fracturado por la crisis sanitaria del covid 19, poniendo grupos poblacionales en riesgo como es el caso de las mujeres, jóvenes, migrantes por su situación laboral temporal y los mayores de 45 años que en algunos casos, han sido los que más se les ha dificultado el teletrabajo, acentuando las brechas y desigualdades existentes (Casco, 2020).

La formación de los empresarios incide en la manera de percibir el progreso del entorno empresarial. Para el caso de estudio, la formación básica tiende a ser un poco más optimista, mientras que por encima del 50%, los empresarios universitarios y de posgrado, consideran no evidenciar el progreso. Esto puede deberse a que sus conocimientos relacionados con la gestión y direccionamiento, son mayores, llevándolos a tener unos juicios de valor más elevados. La tabla 6 muestra que la participación entre género es similar, siendo un 52% de los entrevistados hombres, y un 47% mujeres, en ambos casos, las percepciones frente al progreso son similares.

Tabla 6. Nivel de progreso según formación y género

Nivel de Progreso

Formación

Género

Primaria

Secundaria

Universitario

Universitario con Posgrado

Género Femenino

Género masculino

Decreciente

50%

45%

55%

52%

72%

73%

Creciente

50%

55%

45%

48%

28%

27%

Fuente: propia

A esta percepción se le suma que el departamento del Cauca, región donde se abordó la investigación, cuenta con indicadores de conflicto, reflejando problemas como por ejemplo, la tenencia de la tierra (Vargas, 2021), elemento detonante y uno de los motivadores de movilizaciones de organizaciones sociales e indígenas, que históricamente han protestado por hacer valer sus derechos, en algunos casos con vías de hecho, situaciones que han traído consecuencias devastadoras para la competitividad territorial especialmente para los sectores de construcción y manufacturero, afectando la percepción de progreso territorial, situaciones que bien lo expresan autores como García et al. (2021).

Factores económicos: Diferentes estudios señalan pérdidas económicas para el primer año de pandemia (2020) que varían entre $4,6 billones y $59 billones por mes de acuerdo con los escenarios de aislamiento considerados, cifras que representan entre 0,5% y 6,1% del PIB nacional en Colombia (García y Carrillo, 2021). Así las cosas, la rama económica de servicios fue la más afectada, destacándose el sector de la construcción y manufactura (Bonet et al., 2020), cambiando los hábitos de consumo (Villegas, 2020).

La tabla 7 representa la perspectiva de cada sector, encontrando que el sector manufacturero percibe que hay poco o no hay progreso, mientras que el sector de la construcción, es más optimista; esto posiblemente se deba a las ayudas gubernamentales que recibe como principal motor de desarrollo y al alto dinamismo que históricamente ha presentado el sector construcción en esta región del país. Además del incremento en la construcción habitacional, es importante destacar la pronta ejecución de obras de infraestructura vial (ej. Doble calzada Popayán-Santander) cuyo efecto multiplicador impacta a todo el sector de la construcción; para evidenciar su impacto, este proyecto tiene un valor de U$ 457.000.000.

Tabla 7. Perspectiva de cada sector

 

Sector manufacturero

Sector construcción

Nivel de percepción de progreso

65%

35 %

Desegregación del progreso

 

 

No hay

35%

14%

Bajo

37%

56%

Alto

28%

30%

Totales

100%

100%

Fuente: propia

Así mismo, esto ha traído una desaceleración de la productividad de la mano de obra, debido a tres efectos: el primero relacionado con las dificultades económicas que ya estaban viviendo muchos países de la región antes del covid 19 como el bajo crecimiento y aumento de la pobreza, la informalidad y el desempleo.

El segundo, la incorporación de las nuevas tecnologías con alto protagonismo, y el tercero, un contexto de mortalidad relativamente más alto para las empresas con costos más altos, estándares de productividad y competitividad más bajos, afectando la composición de los sectores (García et al., 2021)

Factores tecnológicos: Las actividades enfocadas a la innovación tecnológica, preferiblemente que involucren acciones de comercialización y diseño, inciden en la competitividad territorial; especialmente, en el mundo de las pymes, la innovación tecnológica se convierte en una estrategia que responde a los desafíos impuestos por la globalización (Hernández et al., 2017).

Es decir, esta competencia brinda a la empresa, un factor diferencial conocido como inteligencia corporativa. Entonces, la innovación tecnológica se configura en el desarrollo de nuevos productos y procesos que presentan cambios significativos, y adquiere valor cuando esta innovación propuesta es aceptada por el mercado, usuarios y consumidores que lo componen (innovación de productos) o se incorpora en el diseño de los procesos de producción (innovación de procesos).

Por ende, el concepto de sistema de innovación, como lo plantean algunos autores como Córdova (2021) se ha convertido en una herramienta útil para ayudar a entender las diferencias en las tasas de progreso tecnológico que experimentan las naciones y regiones, así como su contribución en la competitividad regional.

La tabla 8 refleja que la mayoría de los empresarios indicaron contar con las suficientes herramientas tecnológicas para la operación de su actividad; sin embargo, en el trabajo de campo, se pudo evidenciar, que hay una concepción errada frente a esta percepción. Por tanto, se requiere no solo sensibilizar a los empresarios en la contribución que tiene la tecnología para la productividad, sino promover la inversión en la misma.

Tabla 8. Tecnología como recurso empresarial

Si cuenta con la tecnología para producir

73%

No cuenta con la tecnología para producir

27%

Fuente: propia

Entonces, esta nueva corriente tecnológica que debe articularse más con las mipymes, viene a responder a una serie de requerimientos, que las economías mundiales han generado en procura del cumplimiento de las nuevas demandas de desarrollo económico. Entre las acciones se plantea incluso, tomando como referencia a Niebles et al. (2016), el uso de espacios colaborativos, así como los sistemas tecnológicos de información, el apoyo de expertos en calidad de agentes colaborativos, y los sistemas basados en conocimiento.

Factores político legal: como instrumento de transformación o mantenimiento del orden social, las políticas públicas son fundamentales para promover la competitividad territorial, porque mediante la movilización de ciertos actores y medios, ofrecen una respuesta a necesidades colectivas o a las que se consideran como tales, de modo que, para los gobernantes, constituye una herramienta que brinda soluciones sociales e institucionales Canto (2021). Ahora bien, para ello, entre los aspectos determinantes a considerar en políticas públicas para promover la competitividad territorial, se identificaron ciertas dificultades por parte de los empresarios de los sectores de construcción y manufacturero y que se encuentran categorizadas en los ámbitos de la gestión administrativa -figura 1-, de los aspectos gubernamentales y económicos -figura 2-, y del mercado y la competencia -Figura 3-. Dado que estas opiniones fueron extraídas de las entrevistas semiestructuradas que se realizaron a los empresarios, la valoración de cada eje (gestión administrativa, aspectos gubernamentales, y mercado/competencia) es la misma.

Figura 1. Problemáticas identificadas por los empresarios – gestión administrativa

Fuente: propia

Figura 2. Problemáticas identificadas por los empresarios – aspectos gubernamentales y económicos

Fuente: propia

Figura 3. Problemáticas identificadas por los empresarios – con el mercado y la competencia

Fuente: propia

En relación con las formas de abordar los problemas, los empresarios asumen los desafíos y los resuelven por cuenta propia como primera medida. Como se aprecia en la tabla 9, llama la atención el 20% de respuestas agrupadas bajo la categoría “Con la ayuda de Dios”, denotando de manera alegórica el escaso apoyo que reciben los empresarios por parte de entidades y el Estado para atender sus dificultades; asimismo, se evidencia la falta de previsión y ejercicios de prospectiva, propios de los empresarios alejados de criterios técnicos y conocimiento administrativo/gerencial para la atención de sus problemáticas empresariales. En síntesis, el 97% de los entrevistados no percibe el aparato Estatal colombiano como fuente de apalancamiento para sus estrategias de crecimiento y competitividad.

Tabla 9. Formas de abordar los problemas empresariales

Como enfrentar los problemas

Participación

Iniciativa propia

63%

Con la ayuda de Dios

20%

Con la ayuda de amigos

8%

Otro tipo de ayuda

6%

Con la ayuda del Gobierno

3%

Total

100%

Fuente: propia

5. Discusión y conclusiones

Según datos de la Cámara de Comercio del Cauca, la participación de la micro y pequeña empresa en el Cauca asciende al 96% del total de empresarios existentes en la región, su aporte en términos de generación de empleo es del 80%) mientras que su aporte al Producto Interno Bruto del departamento es del 40% (Cámara de Comercio del Cauca, 2021), cifras que evidencian la importancia de esta tipología de empresas para el desarrollo social y económico del Cauca así como su capacidad para generar empleo y deficiencias estructurales en materia de productividad y competitividad. Si bien esta situación coincide con la literatura académica según la cual la gran empresa en Colombia tiene mayores niveles de eficiencia, capacidad comercial y automatización de procesos frente a la micro y pequeña empresa, esta situación implica serias deficiencias en el sector empresarial caucano que merecen atención.

A partir de las respuestas de los empresarios participantes en el estudio, es posible inferir que su accionar está alejado de las políticas públicas de promoción al sector empresarial. Aspectos como la formación y la generación de habilidades blandas o de gestión son focos en donde se precisa aumentar los esfuerzos para lograr mayores niveles de competitividad empresarial. Por otro lado, como logró apreciarse, la generación de este tipo de empresas se ha venido dando a partir de inversiones y recursos propios, alcanzando menores niveles de competitividad, en buena medida, por las limitantes en las capacidades blandas y acceso a programas de financiación antes mencionadas.

Se evidencia entonces que la hipótesis según la cual los empresarios de estos sectores son importantes para el empleo y constituyen buena parte del tejido empresarial mientras que el aparato Estatal y el apoyo institucional sigue alejado de los empresarios. Es determinante la cifra del 3% de los entrevistados, de los sectores manufacturero y construcción, que indica el apoyo del Estado como parte de sus mecanismos de apalancamiento y crecimiento empresarial.

Los datos colectados en la investigación evidencian una incidencia generacional que afecta la forma como los empresarios hacen la lectura de su entorno empresarial, presentando un juicio de valor más crítico en la generación X, Baby Boomers y tradicionalistas, mientras que la generación Millenials o Y se adaptan mejor al entorno, haciendo uso de las tecnologías de la información y la comunicación para la toma rápida de decisiones; sin embargo, las contribuciones de todas las generaciones para la competitividad territorial son importantes y estas tienen una gran incidencia según los años de experiencia que han ido adquiriendo.

Por otra parte, el capital invertido obedece a fondos propios, como respuesta a una necesidad de independencia y deseo de inmediatez en los resultados esperados, considerando que los programas estatales y ángeles inversionistas todavía carecen de metodologías eficientes en términos procedimentales y de acceso. A esto se suma el esfuerzo de los empresarios por ampliar el número de empleados, que se sostengan en el tiempo y contribuyan significativamente en los indicadores de desempeño organizacional.

Ahora bien, en relación con el análisis del entorno en las actividades económicas estudiadas es importante señalar que la formación de los empresarios incide en la lectura del progreso del entorno empresarial donde los empresarios universitarios y de posgrado perciben pocas evidencias de progreso, mientras que desde el ámbito económico, el sector manufacturero percibe que hay poco o no hay progreso, y el sector de la construcción se muestra optimista; expectativas que se alinean con la actual crisis sanitaria y su incidencia en las variables económicas.

En relación con el factor tecnológico resulta de interés analizar la disponibilidad de dispositivos y herramientas para avanzar en la actividad empresarial; sin embargo, la apropiación y optimización de dichas herramientas a fin de implementar tecnología en los procesos impactando la productividad y competitividad es un tema que constituye una futura línea de investigación y adquiere relevancia para la política pública en el país.

Se identificaron dificultades por parte de los empresarios desde la gestión administrativa como falta de experiencia en administración, temor a delegar y dificultades para la comercialización, entre otros; desde los aspectos gubernamentales sobresale el poco respaldo del gobierno, altos impuestos y trámites municipales entre otros.

En cuanto al mercado y la competencia, se destaca la competencia desleal, alto número de competidores y competencia por precio. Finalmente, el entorno político social, visibiliza que hay mayor preponderancia de abordar los problemas sin herramientas de gestión, administración y prospección.

Se señala entonces, que el entorno ha sido un factor determinante en la contribución de las mipymes en cuanto a la competitividad territorial, derivado de la experiencia de los empresarios y su operatividad comercial.

Es importante destacar que este trabajo deja aportaciones frente al rol de la pequeña y mediana empresa en el desarrollo socioeconómico de los territorios, tema sobre el que la literatura académica, aunque extensa para otros ámbitos como el norteamericano y europeo, aun es incipiente en el ámbito hispanoamericano, dadas las particularidades de los territorios. Para este caso, los empresarios en la ciudad de Popayán nutren con aportes valiosos para la literatura académica, toda vez que permite conocer con mayor detalle las experiencia, dinámicas y percepciones de los mismos, que aportan al desarrollo socioeconómico, pero aún siguen alejados de la política pública, de la cual son sujetos pasivos o usuarios, en el mejor de los casos.

Finalmente, es importante expresar la necesidad de llevar a cabo estrategias efectivas para el fortalecimiento del tejido empresarial a partir de la formación de empresarios con una visión de prospectiva congruente con las dinámicas del contexto. Igualmente, el apoyo gubernamental permitirá la redefinición de la cadena productiva y la creación de ventajas competitivas capaces de generar impacto económico y social.

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