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El apoyo social promueve la salud mental durante la pandemia COVID-19: Análisis de contenido y difusión de una campaña de salud pública en Ecuador

Social support promotes mental health during the COVID-19 pandemic: Content analysis and dissemination of a public health campaign in Ecuador

María Dolores Brito-Rhor, Ph.D.1
Paula Herrera, BA.2
1Universidad San Francisco de Quito.
mbrito@usfq.edu.ec
https://orcid.org/0000-0002-0385-0620
2Universidad San Francisco de Quito
paulaht26@gmail.com
https://orcid.org/0000-0003-3653-7435

RESUMEN

Objetivo: En época de pandemia se ha visto un incremento del 20% en las personas que experimentan síntomas de trastorno de ansiedad o depresivo. Mantener una buena salud requiere algo más que realizar ejercicio o tener una alimentación adecuada. El objetivo de este estudio es investigar el contenido de las frases inofensivas que afectan a la salud mental y difundir una campaña de salud para concientizar sobre el poder que tiene el apoyo social a través de las palabras. Metodología: Se realizó un análisis diagnóstico con el objetivo de mejorar la calidad de vida. Luego se ejecutó un análisis de contenido para conocer cuáles eran las frases inofensivas que las personas recuerdan y les hicieron sentir mal. Además, se efectuó una investigación de la literatura y se implementó una campaña de salud pública llamada Que Sume y No Reste para concienciar a la comunidad sobre el poder que tienen las palabras en la salud mental. Resultados: El 48,28% de las frases inofensivas que hacen sentir mal hacían referencia al aspecto físico de una persona, el 28,22% reflejaban menosprecio y hacían referencia a normas sociales, el 9,1% a la forma de alimentación y de inequidad de género. La campaña generó el interés de 16 medios de comunicación, el apoyo de seis profesionales de la salud mental y más de 1,3 millones de personas alcanzadas. Implicaciones: La limitación de recursos hace que la comunicación en salud tenga un impacto mediático limitado restringido a espacios geográficos, grupos etarios, clases sociales entre otras variables. Contribución: Se apoya al mejoramiento de la calidad de vida, especialmente en época de pandemia, a través de la difusión de conocimiento, promoción del cambio, reforzamiento de comportamientos, y la concientización de la importancia que representa tanto el apoyo social como el poder de las palabras en nuestra salud mental.

Palabras Clave: apoyo social, campañas de salud pública, comportamiento social, comunicación en salud, promoción de la salud, salud mental

Códigos JEL: I12; M30; M31

ABSTRACT

Objective: During the pandemic, there has been a 20% increase in people experiencing symptoms of anxiety or depressive disorder. Maintaining good health requires more than just exercise and proper nutrition. The aim of this study is to investigate the content of harmless phrases that affect mental health and to disseminate a health campaign to raise awareness of the power of social support through words. Methodology: A diagnostic analysis was performed with the aim of improving the quality of life. Then, a content analysis was carried out to find out, which were the harmless phrases that people remember and made them feel bad. In addition, literature research was conducted, and a public health campaign called Adding and Not Subtracting (Que Sume y No Reste, originally) was launched. This campaign was implemented to raise awareness in the community about the power of words in mental health. Results: 48.28% of the harmless feel-bad phrases referred to a person's physical appearance, 28.22% reflected disparagement and referred to social norms, 9.1% to eating habits and gender inequality. The campaign generated the interest of 16 media channels, the support of six mental health professionals and over 1.3 million people reached. Implications: Limited resources mean that health communication has a limited media impact restricted to geographic spaces, age groups, social classes among other variables. Contribution: We support the improvement of quality of life, especially in times of pandemic, through the dissemination of knowledge, promotion of change, reinforcement of behaviors, and awareness of the importance of both social support and the power of words in our mental health.

Keywords: social support, public health campaigns, social behavior, health communication, health promotion, mental health

JEL Classification: I12; M30; M31

1. Introducción

La pandemia del COVID-19, que suma más de 394,3 millones de casos confirmados, más de 5,7 millones de muertos alrededor del mundo y más de 10 billones de dosis de vacunas suministradas (World Health Organization, 2022), ha ocasionado no solo una profunda crisis sanitaria sino también una agitación económica, social y emocional sin precedentes. El entorno tiene un papel fundamental en la conducta humana que refuerza, positiva o negativamente, nuestra salud física, mental y/o social especialmente durante la pandemia COVID-19. Al vivir una pandemia, en la que el ser humano tuvo que aislarse físicamente el uno del otro para resguardar la vida, se resalta aún más la importancia de la compañía, aunque esta no sea física. El ser humano es un ser social, necesita interactuar para sobrevivir, situación que se impidió en muchos casos por varios meses. Sin embargo y con apoyo de la tecnología, la humanidad encontró la manera de seguir en contacto y no perder a las redes más cercanas. Las videoconferencias, video llamadas, Netflix party o House Party se volvieron populares en todo el mundo pues se convirtieron en la ventana que permitía la comunicación con familiares, amigos, colegas de trabajo, entre otros. La pandemia aún no ha terminado y sus secuelas son cada vez más evidentes. Una de las afectaciones que dejó la pandemia es el deterioro en la salud mental. La salud mental de muchos se vio afectada, la ansiedad empezó a manifestarse producto del miedo, la preocupación y el estrés (Organización Panamericana de la Salud, 2020). El distanciamiento social y la incertidumbre se convirtieron en obstáculos al intentar sobrellevar estos sentimientos y se cree que son factores que influyeron en el aumento de los índices de ansiedad y depresión (Mayo Clinic, 2020).

De acuerdo al National Center for Health Statistics NCHS, en el año 2019, el 8,1% de los adultos de 18 años o más en los Estados Unidos tenía síntomas de trastorno de ansiedad, el 6,5% mostraba síntomas de trastorno depresivo y el 10,8% tenía síntomas de trastorno de ansiedad o trastorno depresivo (NCHS, 2021). En el año 2021, y luego de casi dos años de pandemia, el 26,5% de los adultos de 18 años o más tenía síntomas de trastorno de ansiedad, el 21,4% presentaba síntomas de trastorno depresivo y el 30,7% manifestaba síntomas de trastorno de ansiedad o trastorno depresivo (NCHS, 2021). Tras atravesar este cambio que conmocionó al planeta empeorando la salud mental, se hace más evidente la importancia del apoyo social en el bienestar mental de los seres humanos. Así mismo, la evidencia indica que el encierro ha provocado una crisis de bienestar especialmente en los jóvenes (Owens et al., 2022). La situación de aislamiento produjo un aumento de otros problemas psicológicos como el estrés, la depresión y la frustración en diferentes poblaciones y en específico en aquellos jóvenes que aún son estudiantes (Chaturvedi et al., 2021). Por esta razón, esta investigación busca comprender qué es el apoyo social, cómo se manifiesta y cuáles son las repercusiones positivas o negativas que tiene en la salud mental de las personas. Específicamente el objetivo del presente estudio busca identificar cuáles son aquellas palabras o frases que usan las personas que nos rodean, que podrían parecer inofensivas, pero que sí influyen en nuestra salud mental. Además, se pretende realizar una intervención a través de la difusión de una campaña de salud pública que busca concienciar sobre el poder que tiene el apoyo social a través de las palabras que utilizamos para comunicarnos con nuestra comunidad.

2. Revisión de la literatura

2.1. Apoyo Social y Salud Mental

Existe evidencia científica que el nivel percibido de apoyo social está asociado con la salud mental (Harandi et al., 2017; Wang et al., 2018). Las relaciones interpersonales podrían ser fuentes de apoyo social o también de estrés que protegen o deterioran la salud mental respectivamente (Camara et al., 2017). La salud mental es un estado de bienestar en el que un individuo se da cuenta de sus propias capacidades, puede hacer frente a las tensiones normales de la vida, logra trabajar de forma productiva y es capaz de hacer una contribución a su comunidad (Organización Mundial de la Salud OMS, 2021). El apoyo social es un conjunto de relaciones humanas, conformadas por personas significativas a un sujeto en cuestión (Gariépy et al., 2016). Estas relaciones tienen impacto en cualquier persona y conforman su ambiente social primario (Gallego, 2011; Diamanti y Nikolaou, 2021). Esta red puede conformarse de personas que tienen diferentes tipos de vínculos sociales. Es decir, no necesariamente un círculo social tiene que constituirse única y exclusivamente por miembros de una familia.

El ‘requisito’ para ser parte de un círculo de apoyo social es brindar herramientas y apoyo a un individuo y que este pueda usarlas para enfrentar los momentos duros de su vida cotidiana (Gracia, 1997). Al ser seres sociales, todos necesitamos de una red de apoyo, afirmación que se visibilizó a raíz de la pandemia por COVID-19 (Saladino et al., 2020). Una investigación evidenció que aquellas personas con un mayor número de interacciones pudieron enfrentar situaciones adversas de mejor manera, además de encontrarse en mejores condiciones tanto psicológicas como físicas (Gómez et al., 2001; Gracia, 1997). El apoyo social es fundamental para un óptimo desarrollo del bienestar individual, el cual se ha visto aún más afectado por el estrés y restricciones asociadas con la pandemia sobre todo en adolescentes (Chen y Lucock, 2022) y sigue siendo uno de los principales factores examinados en la relación entre el estrés y el bienestar (Cotten, 2014).

El apoyo social no es un algo nuevo, su concepto e interés por su estudio surge en los años 70. Caplan (1974) fue uno de los autores pioneros en el estudio del apoyo social. Se defiende que el apoyo social protege al ser humano de situaciones adversas de todo tipo. Caplan (1974) dice que el apoyo social es tan importante puesto que mantiene la integridad física y psicológica del individuo. Desde su definición y constante estudio, el apoyo social ha sido abordado como temática de gran interés. El mismo se ha estudiado teniendo en cuenta las constantes transformaciones sociales y de modernización que de alguna forma inciden en el debilitamiento y deterioro de los lazos sociales (Orcasita y Uribe, 2010).

Del mismo modo se ha logrado identificar y estudiar cómo el apoyo social y sus repercusiones se presentan en diversas problemáticas que afectan la salud. Es así que se destaca la importancia que tiene la ayuda que reciben los individuos de los sistemas sociales informales (familia, amigos, vecinos) sobre su salud, bienestar y calidad de vida y que no siempre son beneficiosos (Barrón, 1996; Méndez y Barra, 2008). En los últimos años, se ha reconocido al apoyo social como pilar del bienestar de la salud mental. Gracia y Herrero (2006) afirman que la desintegración de grupos que se consideraban de apoyo, como por ejemplo la familia, es un detonante para la aparición de problemas psicosociales.

El apoyo social puede distinguirse entre: recibido y percibido. El primero hace referencia a un aspecto de cantidad; la cantidad de ayuda que una persona ha recibido por parte de un grupo en un tiempo determinado (Aron et al., 1995). Por otro lado, el apoyo percibido forma parte de una dimensión subjetiva, responde a la manera en la que el individuo sintió y evaluó el apoyo según sus necesidades (Orcasita y Uribe, 2010). Es así que se marca la diferencia entre el apoyo que se recibe y el apoyo que se percibe. Para comprender de mejor manera el apoyo social y sus funciones, varios autores distinguieron tres funciones (Aron et al., 1995; Hernández Plaza et al., 2005; Fernández, 2005). La primera función está asociada con el apoyo emocional, referido a aspectos como la intimidad, el confort o cuidado, el apego y la preocupación.

Es esencial brindar apoyo social a los adolescentes cubriendo estas tres funciones y sobre todo empoderarlos mediante el desarrollo y fortalecimiento de sus propias destrezas, de esta manera, ganarán seguridad y tranquilidad para enfrentarse a situaciones cotidianas (Toledo et al., 2000). Varios estudios han ratificado la correlación: a mayor apoyo social, menores índices de depresión, ansiedad o pensamientos suicidas. Algunos de ellos han trabajado con jóvenes con un diagnóstico de diabetes y adolescentes que han sufrido ataques terroristas (Orcasita y Uribe, 2010). En ambos casos de estudio se llega a la misma conclusión, el apoyo social mejora el ambiente para que puedan superar sus traumas y para sobrellevar una condición complicada en su salud (Pardo et al., 2004). El apoyo social promueve el sentimiento del individuo de sentirse validado, valorado y cuidado por otros.

El apoyo social es sustancial para empatizar y comprender los cambios, problemas o sentimientos que se presentan en diferentes etapas de la vida. Musitu y Cava (2002) afirman que la calidad de la relación que los adolescentes desarrollan con sus fuentes de apoyo próximas y de confianza es considerada como el mejor predictor de ajuste psicosocial. El apoyo social en la adolescencia es muy importante porque es una etapa de transición y cambios constantes; primero de la niñez a la adolescencia y luego de la adolescencia a la adultez (Asselmann et al., 2018). El creciente interés acerca de la salud mental y su relación con el apoyo social ha despertado el interés de varios académicos. A pesar de ser un concepto establecido en los años 70, se estudia hasta el día de hoy. Estudios como el de Scardera et al. (2020) validan la disminución de la aparición de un cuadro psicológico como la depresión y la ansiedad cuando el sujeto tiene un círculo de apoyo social.

Mientras exista un mayor apoyo social hacia un adolescente en sus años cercanos a la vida adulta, estos son menos propensos a tener depresión, ansiedad o pensamientos suicidas un año después (Scardera et al., 2020). El apoyo social juega un rol fundamental en la prevención de problemas de salud mental en jóvenes. Esto podría radicar en la validación que sienten de parte de un grupo, logrando que no se sientan perdidos o incomprendidos, sino que comprenden que tienen personas en las que pueden confiar y con las que puede hablar. Los mismos autores planean realizar un estudio abarcando los sucesos de la pandemia por COVID-19 pues esta situación marcó un antes y un después en la salud mental de la población en general (NCHS, 2021). Las personas con mayores niveles de apoyo social lograron experimentar hasta un 47% menos de depresión y un 22% menos de ansiedad que aquellas personas con menor apoyo social. Además, aquellos jóvenes adultos con más alto nivel de apoyo social tenían un 40% menos de riesgo en producir ideas o intentos suicidas (Scardera et al., 2020). El apoyo social puede provenir de diferentes grupos sociales o circunstancias; la familia puede ser un grupo social muy fuerte, sin embargo, en varios casos el apoyo social más grande se lo encuentra en los amigos (Scardera et al., 2020).

De esta manera, se hace presente la naturaleza social del ser humano y la necesidad que este tiene de formar vínculos afectivos con otros. Este estudio le da la importancia necesaria a la transición de adolescente a adulto y acepta que es en proceso en el que el individuo es propenso a sufrir algún problema de salud mental. Al mismo tiempo presenta evidencia de los efectos positivos y preventivos que tiene el apoyo social en estas etapas para prevenir dichos problemas.

2.2. El poder de las palabras en la salud mental

Las palabras no son tan solo palabras, todo lo que se dice tiene un efecto en la salud física, mental y social propia y la de los demás. El modo en que se utiliza el lenguaje, especialmente en una época tan sensible como es la del COVID-19, también va a afectar el estado de la salud pública (DiClemente, 2021), principalmente porque la salud mental de una parte de la población se ha visto bastante deteriorada (NCHS, 2021). La investigación muestra que las palabras que elegimos pueden influir en el bienestar de los individuos (Krisberg, 2018). De acuerdo a Newberg y Waldman (2013), las palabras literalmente podrían cambiar nuestro cerebro; una simple palabra tiene el poder de influir en los genes que regulan el stress físico y emocional. Así mismo verbalizar los sentimientos podría hacer sentir mejor a las personas (Tabibnia et al., 2008). Es por esto que ir a terapia o conversar con un amigo acerca de algún problema genera un sentimiento de alivio y, hasta cierto punto, de felicidad (Garciandía y Rozo, 2006). Por otro lado, cuando se reciben críticas no constructivas plasmadas en palabras, también pueden generar impacto en el bienestar de un individuo y, si estas críticas son repetitivas, podrían convertirse en un factor que desencadene afectaciones a la salud mental. Las palabras, al igual que las imágenes, producen efectos en una persona tanto a corto como a largo plazo.

En una investigación realizada en la Universidad de Tubingen, los participantes tenían que evaluar palabras dirigidas hacia ellos de manera casi inmediata (Cacioppo et al., 1985). Esta evaluación se dividió en tres categorías: positiva, negativa y neutral según lo que estas palabras les hacían sentir. Después de esta evaluación, se tendría que calificar la intensidad del sentimiento a nivel no verbal en una escala del 1 al 9, siendo el 1 ‘nada agradable’ y el 9 ‘muy agradable’. En este estudio se tomaron en cuenta varios aspectos de la comunicación no verbal como expresiones faciales o frecuencia cardíaca. Este experimento arrojó entre sus resultados que la reacción a palabras positivas o negativas es mucho más rápida e inmediata que a los mensajes neutrales. Adicionalmente, se concluyó que los juicios emocionales espontáneos de los participantes se basaron en la semántica de las palabras (Weis y Herbert, 2017).

A partir de estos estudios se puede corroborar que las palabras o juicios que recibe una persona afecta su estabilidad de diferentes maneras: positiva, negativa o neutral. Además, estas palabras podrían afectar al individuo en diferentes momentos en el tiempo. Por ejemplo, en el experimento de Weis y Herbert (2017), escuchar e interactuar con estos juicios de valor o palabras, resulta en una reacción instantánea de parte de los participantes del experimento. Estas reacciones pueden manifestarse tanto de manera verbal como no verbal y podemos relacionar esta experiencia (recibir estos juicios de valor) con las emociones. Por otro lado, Tabibnia et al. (2008), realizaron un experimento para evaluar cómo ciertas situaciones logran generar impacto a largo plazo, concluyendo así que la salud mental puede verse afectada negativa o positivamente dependiendo de las experiencias o situaciones a las que se expone el individuo. Si bien los juicios no afectan a la salud mental de la persona de manera inmediata, estas palabras o situaciones pueden ser causantes de un trauma al que el sujeto se enfrente a largo plazo.

Existe evidencia que revela la influencia que tienen las palabras que se reciben de otras personas y cómo estas podrían afectar la salud mental. Por otra parte, las palabras o las frases que se usan en la comunicación interna, con uno mismo, puede afectar la realidad del individuo (Newberg y Waldman, 2013). Por ejemplo, si el individuo se repite constantemente que es ‘malo para matemáticas’, su cerebro escuchará dicha afirmación y probablemente el individuo adquiera diferentes reacciones cuando se encuentre frente a algún problema matemático: ansiedad, rechazo, entre otros. Desde la psicología y la neurociencia se dice que el diálogo interno que el ser humano mantiene en su día a día es el más importante(Bates, 2021). Esta conversación interna tiene mucho más impacto en el individuo que los comentarios externos.

A pesar de la importancia y predominancia del diálogo interno en la salud mental, los comentarios externos también podrían llegar a influir en la estabilidad emocional y salud mental del individuo. Como consecuencia, podría provocar un cambio en la plática interna de la persona y, por ende, cambiar su realidad. Sin duda, el poder de las palabras, los juicios de valor o críticas, repercuten en el estado de ánimo de las personas (Newberg y Waldman, 2013). Sin embargo, dependerá de su salud mental y el manejo personal de la misma para determinar hasta qué punto estos comentarios pueden afectar y causar repercusiones negativas importantes en la salud mental y en la realidad que construye la mente del individuo para sí mismo.

3. Metodología de la investigación

Precede-Procede (MPP) es un modelo participativo orientado a la comunidad con el objetivo de crear intervenciones exitosas de promoción de la salud comunitaria (Green y Kreuter, 2005). Este modelo lógico es la estructura de procedimiento de esta investigación y cubre dos etapas de la intervención: planeación y evaluación (Workgroup for Community Health and Development, 2017). La etapa de planeación empieza con el gran propósito de mejorar la calidad de vida de las personas y termina con la evaluación del impacto de la intervención. En la primera fase de la investigación se efectuó un diagnóstico comunitario con el objetivo de identificar múltiples determinantes de la salud. Una vez identificados algunos determinantes, se lo complementó con una investigación tanto de datos secundarios como primarios. Seguidamente se efectuó un análisis de contenido de frases inofensivas luego se diseñó e implementó una campaña de salud pública llamada Que Sume y No Reste y finalmente se evaluó el impacto (Creswell y Poth, 2018) (Tabla 1).

Tabla 1 | Modelo de Planeación PREcede-PROcede

Fases PREcede/PROcede

Método

FASE 1. PLANEACIÓN-PREcede:

Diagnóstico social, comportamiento y del ambiente.

Grupo Focal, recolección de datos primarios y secundarios (literatura/encuestas), análisis de contenido.

FASE 2. EVALUACIÓN-PROcede:

Implementación y control

Implementación de la campaña y evaluación de impacto.

3.1. FASE 1. PLANEACIÓN-PREcede: Diagnóstico

En la primera fase de la investigación, se efectuó un diagnóstico comunitario con el objetivo de identificar múltiples determinantes de la salud mental de los jóvenes permitiéndoles así una participación activa tanto en la identificación como en la resolución del problema. Básicamente se pregunta a la comunidad qué quiere y necesita para mejorar su calidad de vida. Específicamente, el modelo valora la importancia del involucramiento de la comunidad para diagnosticar los principales problemas, es decir, los mismos jóvenes serían quienes expresen qué factores estaban afectando su calidad de vida especialmente aquellos que se recrudecieron en época de pandemia. Se utilizaron las siguientes herramientas que permiten definir el problema de investigación de mercado: grupo focal, recolección de datos primarios y secundarios (literatura/encuestas), análisis de contenido.

3.1.1. Grupo Focal y Encuestas: Muestreo, Participantes, y Procedimiento

El tipo de muestreo utilizado para el grupo focal fue el no probabilístico por conveniencia. Se realizó un grupo focal virtual con once jóvenes universitarios en septiembre del año 2021, inicio del año escolar, utilizando el servicio de videoconferencia de la plataforma zoom. Estaba compuesto por hombres y mujeres residentes de la ciudad de Quito en Ecuador, estudiantes de la Universidad San Francisco de Quito, de entre 21 y 23 años de edad, quienes fueron contactados vía correo electrónico (Tabla 2).

Tabla 2 | Grupo Focal: Características sociodemográficas de la muestra

Características

Descripción

Rango Edad

21-23 años

Género

Femenino (55%), Masculino (45%)

Nivel de estudios

Algo de universidad (100%)

Residencia

Quito, Ecuador

El objetivo del grupo focal era indagar acerca de la salud mental pre-pandemia y cómo ésta se vio afectada por el COVID-19. Como resultado diagnóstico de este grupo focal, se decidió trabajar bajo el concepto de “apoyo social” y “las palabras”, ya que el ambiente que rodea a las personas afecta su salud mental. Con la identificación de estas variables determinantes de la salud mental, se realizó una investigación extensiva en fuentes secundarias para comprender el concepto a profundidad y el impacto que el apoyo social y las palabras podrían tener en la salud mental.

Después de analizar los resultados del grupo focal, de la investigación de la literatura y de varias sesiones de trabajo con las autoras de este artículo, se descubrió un problema que perjudica a los círculos de apoyo social: las frases inofensivas. Estas frases inofensivas se definen como aquellos comentarios que provienen especialmente de un miembro del círculo de apoyo social y que tienden a acompañarse de críticas destructivas. Estas frases se refieren a características de aquella persona que recibe el comentario, sean estas acerca del físico, la intelectualidad, el género o incluso aspectos laborales. Son comentarios despectivos que desvalorizan a una persona. Con el objetivo de entender a profundidad el problema de investigación en una etapa inicial, en octubre del año 2021, se recolectaron 88 encuestas (95% nivel de confianza, 10,5% margen de error). El tipo de muestreo utilizado para las encuestas fue el no probabilístico por conveniencia. Al igual que en los grupos focales, las encuestas evidenciaron que los jóvenes sí sienten que su ambiente (familia, amigos, comunidad y sociedad) y los comentarios que les hacen sí influyen en su estado mental (Tabla 3). Además, en esta etapa ya se pudieron identificar las primeras frases inofensivas como: “mijita, ha subido unos kilitos”, “mijito, ¿para cuándo trae a la novia?”, “habla como hombre”, “si te arreglaras un poquito fueras bonita”, entre otras.

Tabla 3 | Encuestas Piloto: Características sociodemográficas de la muestra

Características

Descripción

Rango Edad

21-23 años

Género

Femenino (70%), Masculino (30%)

Nivel de estudios

Algo de universidad (100%)

Residencia

Quito, Ecuador

En esta fase diagnóstica se identifican los problemas que influyen más claramente en el resultado que busca la comunidad. En esta etapa se crean los objetivos de la intervención que es investigar el contenido de las frases inofensivas que afectan a la salud mental y difundir una campaña de salud para concientizar sobre el poder que tiene el apoyo social a través de las palabras.

3.1.2. Análisis de Contenido de frases inofensivas: Muestreo, Participantes, y Procedimiento

Luego de la fase diagnóstica, se preguntó a la comunidad acerca de las frases inofensivas que han recibido. Las respuestas se daban de manera anónima en un formato de encuesta que incluía una cápsula informativa de la campaña. De este modo, se recibió una lista de diferentes frases inofensivas. Este momento de la investigación permitió a los mismos participantes ser parte fundamental del contenido de la campaña, compartiendo sus propias experiencias con estas frases y dando apertura para que más personas compartan sus testimonios.

Se realizó un análisis de contenido objetivo, cuantitativo, y sistemático con el objetivo de conocer cuáles eran aquellas frases aparentemente inofensivas, esas que no tienen intención de hacer daño, pero que las personas sí las recuerdan como aquellas que les hicieron sentir mal. Para el estudio de las respuestas de texto libre se utilizó Text IQ™, que es la herramienta de análisis de texto con tecnología de Qualtrics iQ. A través del análisis de texto natural y el uso de inteligencia artificial - Machine Learning se identifican patrones en los cientos de frases provistas por los participantes.

La muestra estuvo formada por 171 hombres y mujeres (95% nivel de confianza, 7,3% margen de error), con edades comprendidas entre 12 y 63 años (M=18,19, SD=29,78). El estudio fue realizado en noviembre del 2021. En la Tabla 4 se presentan las características sociodemográficas de la muestra.

Tabla 4 | Análisis de Contenido: Características sociodemográficas de la muestra

Características

Descripción

Rango Edad

12-63 años. 47% (16-24 años)

Media Edad (DT)

18,19 (29,78)

Género

Femenino (73,81%), Masculino (25,00%), Otro (1,19%)

Nivel de estudios

Menos que un título de secundaria y graduado de secundaria (23,81%), algo de universidad (24,40%), Título universitario (pregrado) (36,90%), Maestría (posgrado) y Doctorado (14,89%).

Una vez que se definió apropiadamente el problema de investigación, se aplicó la técnica de muestreo de conveniencia no probabilística y se distribuyó una encuesta virtual durante una semana. Dicha encuesta llegó a las personas a través de tres redes sociales de la corporación META: Facebook, Instagram y WhatsApp.

3.2. FASE 2. EVALUACIÓN-PROcede: Implementación y control

3.2.1. Promoción de la Salud: Campaña de Concientización del Poder de las Palabras en la Salud Mental

A partir de la planeación de una iniciativa de mejorar la calidad de vida a través de la comunicación en salud y de los hallazgos del análisis de contenido, se diseñó una campaña de impacto en la salud pública de la comunidad denominada Que Sume y No Reste. El objetivo buscado era mejorar la salud mental de las personas a través del apoyo social creando conciencia sobre el poder que tienen las palabras que decimos y que nos dicen. Por ende, esto mejoraría la calidad de vida de las personas. Se siguió un enfoque ecológico y estructural que no solo toma en cuenta al propio individuo sino también el ambiente que lo rodea, es decir, a las interacciones que tienen las personas con su entorno físico y sociocultural (Pennington, 2022).

Se siguió un desarrollo sistemático, estructurado y estratégico con el objetivo de planear y ejecutar la campaña de salud pública en tiempos de COVID-19. El diseño, la implementación y la evaluación de la campaña siguieron el siguiente proceso estructurado de manejo de proyectos: 1) Investigación y análisis de datos primarios y secundarios, 2) Diseño estratégico del concepto, 3) Desarrollo y producción de material necesario, 4) Evaluación prelanzamiento, 5) Implementación y evaluación de impacto.

El proceso de creación de la campaña Que Sume y No Reste contó con diferentes pasos, siendo el inicial y fundamental el de la investigación. La campaña fue desarrollada por las dos autoras con la ayuda de un grupo de 15 estudiantes de la carrera de Publicidad de la Universidad San Francisco de Quito ubicada en Ecuador. La primera fase de la campaña fue informativa, lo que permitió al público objetivo darle un nombre a lo que viven en su día a día: el apoyo social. Así como también se dieron las herramientas para reconocer estas frases, no solo cuando se reciben, sino también cuando se emiten. Con esta información, se pudo preguntar al público acerca de las frases “inofensivas” que han recibido, las respuestas se daban de manera anónima.

La campaña estaba principalmente dirigida a adultos jóvenes, es decir, personas que se encuentran en un rango de edad entre los 16 a 26 años residentes en la ciudad de Quito en Ecuador. Esta decisión fue tomada pues la investigación en fuentes secundarias demostraba que el apoyo social tiene suma importancia sobre todo en la etapa adolescente por los cambios que este grupo enfrenta y porque era uno de los grupos más afectados en su salud mental en época de COVID-19. Sin embargo, a medida que la campaña avanzaba, se reconoció que el rango de edad debía ser ampliado por lo que, no se excluyeron otras edades al momento de realizar nuevas encuestas o la ya explicada recolección de frases inofensivas.

La campaña fue evaluada desde varias aristas, siendo la más importante el impacto que ocasionó en el público objetivo tomando en cuenta el alcance de medios tradicionales y digitales.

Con el objetivo de difundir la campaña, se realizó un análisis de los medios digitales que tendrían mayor alcance al público objetivo. Por esta razón, se eligieron las redes sociales Facebook e Instagram. Del mismo modo, varios medios de comunicación tradicionales se interesaron por la campaña, lo que logró un mayor impacto en términos de alcance y difusión. Conociendo el contexto actual y las nuevas dinámicas de comunicación, se incluyeron líderes de opinión o influencers en la etapa de difusión de la campaña, quienes compartieron contenido referente a la misma desde sus cuentas en Instagram y TikTok. Que Sume y No Reste tuvo una duración de tres semanas, durante el mes de noviembre de 2021, en las que se informó al público objetivo acerca de esta realidad y problema que ha sido normalizado. El proyecto contó con el apoyo de profesionales de la salud mental quienes sin duda aportaron a la campaña con su conocimiento. Durante la campaña, se compartieron las publicaciones desde las cuentas de varios jóvenes, así como también desde las cuentas aliadas (@saludmentalusfq, @usfq, @gobeusfq, @marketingcrush, entre otros) cuyo objetivo era concientizar acerca del tema.

4. Resultados

En la fase diagnóstica se pudo evidenciar que los jóvenes sí sentían que su salud mental se había deteriorado durante la pandemia. Además, reconocían que su círculo influía en su estado de ánimo identificando que las palabras o frases tenían un efecto positivo o negativo. Se pudo determinar que su círculo utilizaba frases inofensivas que muchas veces hacían sentir mal y quedaban grabadas en la mente. Finalmente, reconocieron que el encierro durante la pandemia recrudeció este problema especialmente con las personas que convivían en sus hogares.

4.1. Análisis de Contenido de las frases inofensivas

Los resultados del análisis de contenido de las 171 frases inofensivas que las personas recordaron que les hicieron sentir mal, fueron los siguientes: el 48,28% de las frases hacían referencia al aspecto físico de una persona, el 17,82% reflejaban menosprecio, el 10,4% hacían referencia a normas sociales a seguir, el 5,75% a la forma de alimentación y el 3,35 eran frases de inequidad de género (Tabla 5, Gráfico 1).

Tabla 5 | Análisis de Contenido de las frases inofensivas que nos hacen sentir mal

Categorías

Porcentaje

Ejemplos de frases inofensivas

Aspecto Físico

48,28%

“Mijita se ha engordado”, “¡Qué flaquita! Estás hecho pedazos”, “A ti te quedarían hermosas (una amiga refiriéndose a un aumento de senos)”, “Se te nota el estrés”, “Estas muy chiquita pareces una niña, ¿Cuándo vas a crecer?”, entre otras frases.

Menosprecio

17,82%

“No sirves para nada”, “Eres tonta”, “Que no sabes pensar”, “es que eres una vergüenza de hija”, “Cállate maricón”, entre otras frases.

Normas Sociales

10,4%

“¿Y el novio para cuándo?”, “¿Y para cuándo la mujer?”, “No hay mal que por bien no venga”, “¿Todavía le darás de lactar a tu hijita?”, “No quieres ser madre? No serás pues mujer...”, entre otras frases.

Alimentación

5,75%

“Come para que te quieran”, “¿Todo eso te vas a comer?, ¡Qué buena muela!”, “Vas a pedirte/comer eso? (Mi mamá hasta el sol de hoy)”, “Estas gordita ya no comas”, entre otras frases.

Inequidad de género

3,35%

“Qué pena le nació niña...”, “No llore, los hombres no lloran”, “Pareces hombre”, “Es que como es mujercita”, entre otras frases.

Gráfico 1. Palabras que más se repiten en las frases inofensivas que nos hacen sentir mal

4.2. Campaña Que Sume y No Reste

Durante la planificación de medios, la campaña Que Sume y No Reste se planteó como meta lograr el apoyo de medios de comunicación tradicionales (televisión, radio, prensa) y digitales con el objetivo de conseguir mayor alcance a nivel nacional. Algunos de los medios de comunicación que abrieron sus espacios fueron: Dialoguemos, Radio Telesucesos, USFQ Noticias, Radio Ponte Once, Diario Metro, entre otros. Estos medios tradicionales y digitales en conjunto lograron un alcance de más de un millón de personas y aproximadamente 3.000 USD ahorrados en medios ganados.

Otros canales de difusión que fueron de gran apoyo para la campaña fueron las redes sociales. Un grupo de 20 jóvenes se encargaron de compartir el contenido de la campaña en sus propias redes, así como también contaron sus experiencias personales. Estas últimas lograron una interacción con sus contactos y al mismo tiempo, el intercambio de historias y momentos en los que el poder de las palabras los afectó. Además, manifestaron que esta campaña les hizo concienciar no solo el momento en que recibían esas frases inofensivas sino también cuando se las decían a otras personas. Como resultado, se logró un aproximado de 20.600 vistas en historias de Instagram, así como 1.000 interacciones como respuestas o participación en encuestas.

Los resultados del impacto mediático de la campaña de salud pública Que Sume y No Reste se encuentran en la tabla 6 y gráfico 2.

Tabla 6 | Evaluación e Impacto de la Campaña Que Sume y No Reste

Categoría de Medio

Nombre del Medio

Alcance/Seguidores

Televisión

Telesucesos

El Sol

Teleamazonas

5.000 personas

4.000 personas

734.000 personas

Páginas web

USFQ Blog

10.000 personas

Radio

Radio Ponte Once

Radio Telesucesos

Radio Blue

Super W

Hot 106.5

El Sol Radio

3.000 personas

4.000 personas

5.000 personas

4.000 personas

3.000 personas

1.500 personas

Prensa

Medios digitales

Diario Metro

Dialoguemos

Otro grupo de Wazaak

257.000 personas

5.000 personas

2.000 personas

Redes Sociales

@marketingcrush en Instagram

@gobeusfq

@saludmentalusfq

836 personas

10.100 personas

1.097 personas

Otros (influencers)

Anastasia Vasileuski

Diana Cabascango

Meylin Gutiérrez

Alison Barreno

Djorkaeff Reasco

Psicólogos y participantes

11.200 personas

116.400 personas

12.700 personas

77.100 personas

39.700 personas

20.600 personas

TOTAL

 

1.326.733 personas

Gráfico 2. Resumen gráfico de la campaña Que Sume y No Reste

5. Discusión y Conclusiones

Para comprender el comportamiento social y de salud se requiere una indagación tanto del individuo como del ambiente que le rodea y en dónde sucede una conducta específica (Pennington, 2022). Para el caso concreto de esta investigación, se pudo determinar el impacto que el apoyo social tenía en los individuos, especialmente en los grupos más jóvenes. De esta manera, se evidencia que el apoyo social influye en la salud mental del ser humano (Wang et al., 2018). Los grupos de apoyo social pueden surgir de diferentes maneras empezando por la familia, pero no se detiene ahí, sino que los amigos también pueden formar un grupo de apoyo social, así como grupos con los que se comparten intereses en común. Tras un escenario mundial en el que una pandemia nos obligó a alejarnos físicamente, el ser humano logró recrear estos grupos sin esa presencia física. A pesar de esta reacción positiva al aislamiento, existe este grupo especial, incomprendido, que es el de los adolescentes que no han tenido la oportunidad de crear grupos de apoyo fuera del círculo familiar por las condiciones en las que les tocó atravesar esta transición a la adultez y sin duda hay que poner atención a esa necesidad imperante. Sin duda el aislamiento motivó al ser humano a crear y experimentar nuevas formas de vincularse, pues por su naturaleza social, necesitan la interacción, esto no quiere decir que su salud mental no se vio afectada negativamente (Owens et al., 2022).

Aquellas personas que forman parte de nuestro círculo de apoyo social han contribuido de manera positiva en algún momento de nuestra vida. Es importante identificar y diferenciar el apoyo social dado y el apoyo social recibido pues se puede interpretar o no identificar el apoyo que alguien ofrece. El apoyo social que puede afectar en nuestra salud mental es el percibido, mas no el recibido (Harandi et al. 2017). Por ejemplo, si alguien cercano nos da un consejo (forma de apoyo social), está en el receptor tomarlo o rechazarlo y formar sus propios grupos de apoyo social. Según el estudio realizado, los comentarios que llegar por parte de un miembro del círculo social de quien los recibe, llegan a impactar de manera singular en el receptor. No es lo mismo recibir un comentario de alguien a quien se considera parte importante del círculo de apoyo social a recibir un comentario de un desconocido.

Durante nuestra etapa de investigación, fue importante ratificar que este concepto afecta o contribuye a la salud mental del individuo. Al ser seres sociales, interactuar con diferentes personas y formar vínculos representa una parte importante en nuestras vidas. Asimismo, durante el proceso de investigación para esta campaña, se comprendió el poder que las palabras llegan a tener en la salud mental de una persona. Como aseveran Newberg y Waldman (2013), las palabras influyen en la realidad, recibir y aceptar cierto tipo de comentarios pueden inferir en el inconsciente, y tener el poder de cambiar la realidad de un individuo. Este impacto puede ser tanto positivo como negativo y las palabras pueden ser recibidas o emitidas de diferentes maneras.

Al reconocer el poder que tiene la comunicación verbal y sobre todo los comentarios o críticas hacia las personas, se descubrió que existe una ‘zona de peligro’. Cuando estas críticas, comentarios o frases llegan desde una persona dentro del círculo de apoyo social de cierto individuo, pueden llegar a afectarlo emocionalmente en un nivel más importante que si estos comentarios llegan de cualquier otra persona. Si bien se ha revelado la correlación “a mayor apoyo social, menores índices de depresión, pensamientos suicidas y ansiedad” (Scadera et al. 2020, p. 6), las autoras de este artículo, posterior al estudio, han identificado que si las personas consideradas dentro del círculo de apoyo social emiten comentarios de connotación negativa relacionados con el físico, estos se recordarán de manera negativa y dolorosa por parte del individuo. Bajo este contexto y tomando en cuenta la normalización de este tipo de comentarios, se logró identificar a las que se llamó frases inofensivas.

El hallazgo más importante de esta investigación es que casi la mitad de las frases inofensivas, que tuvieron el poder de hacer sentir mal a quien las recibió, hacían referencia al aspecto físico de una persona. Por consiguiente, si creamos conciencia en nuestros círculos sobre la necesidad de cambiar este tipo de comportamiento nocivo, resolveríamos la mitad del problema. En menor proporción, las frases inofensivas también reflejaban menosprecio, normas sociales negativas, forma de alimentación e inequidad de género. Por este motivo, se lanzó esta campaña de salud Que Sume y No Reste que es el resultado de la fusión entre la aplicación de los hallazgos científicos y la creatividad. Se pretendía llamar la atención del público objetivo, que se entienda el mensaje de una manera sencilla y finalmente que cambien su comportamiento. Las frases inofensivas fueron el insumo de la narrativa de la campaña buscando una conexión emocional por ser el reflejo de una realidad latente.

Distintos medios de comunicación como la radio, televisión y prensa se interesaron por nuestra campaña, la difundieron masivamente, y llamaron la atención e interés del público. Adicionalmente, se trabajó también con líderes de opinión o influencers conociendo el impacto que tienen en las redes sociales. Se logró un alcance a más de un millón de personas entre todos los canales de difusión para la campaña. Más allá del número de personas alcanzadas, la campaña logró crear reflexión de ambos lados. Esto se pudo evidenciar por las interacciones y comentarios de la audiencia con los medios de comunicación masivos, los líderes de opinión y los profesionales quienes difundieron Que Sume y No Reste. La persona que recibe dichas frases inofensivas puede identificarlas para encontrar una solución y que estos comentarios no tengan repercusión en el receptor en un futuro. Por otro lado, la persona que emite las frases inofensivas se pudo dar cuenta del poder de las palabras, así no tengan una mala intención, pueden reconocer que es mejor no comentar de forma despectiva o que desvaloriza a alguien sobre su físico, intelectualidad, situación laboral de una persona, entre otros. El objetivo de la campaña se logró pues el público objetivo reconoció que es posible opinar o comentar sin necesidad de lastimar.

El lograr mantener una buena salud debería ser un valor universal por sobre todas las cosas en la vida. Una buena salud física, mental y social proporcionará una mejor productividad, calidad y satisfacción en la vida de los seres humanos. Por este motivo es necesario planificar e invertir a largo plazo en la salud especialmente después del COVID-19, y en el grupo de los más jóvenes, quienes se vieron desproporcionadamente afectados en su salud mental.

6. Limitaciones

Esta investigación tiene algunas limitaciones por ser el primer estudio llevado a cabo en Ecuador sobre el impacto que tiene el apoyo social y las frases inofensivas en la salud mental de los jóvenes. Al tener una población de estudio restringida, para generalizar los resultados se deberían llevar a cabo más estudios en diferentes espacios geográficos, grupos etarios, clases sociales, entre otras variables. Igualmente, el método de muestreo no probabilístico no ofrece a todos los participantes de la población similares oportunidades de ser elegidos. A pesar de ello, esto no invalida la calidad e importancia de esta investigación como base para nuevos estudios.

7. Financiación

Esta investigación no recibió ningún tipo de financiación.

8. Agradecimientos

Agradecemos a los estudiantes participantes con su ayuda en el lanzamiento de la campaña.

9. Conflicto de intereses

Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.

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