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La formación de postgrado de los directores de comunicación españoles · págs. 30 a 55
Nº 19 Vol 19 · Primer semestre, enero-junio 2019 págs. 30 a 55
comité de dirección, entender cómo alinear ade-
cuadamente el plan estratégico de comunicación
con el corporativo y de negocio y asesorar (staff)
a sus compañeros funcionales y a sus superiores
jerárquicos en materia comunicativa, con la fina-
lizar de homogeneizar los mensajes emitidos a
sus públicos y stakeholders.
Los postgrados que, en sus más variadas y
múltiples formas, permiten especializarse en Co-
municación son los elegidos mayoritariamente
por los sujetos de la muestra en las tres tipologías
de variables analizadas, colocando en posiciones
intermedias la especialización en Marketing, en
lugares inferiores al Periodismo y totalmente
marginales a las Relaciones Públicas.
La literatura analizada coincide en que la for-
mación de grado (licenciaturas con anterioridad
a la implantación del EEES) mayoritaria de los
dircoms españoles es el Periodismo, seguida a
gran distancia por las Ciencias Empresariales y,
minoritariamente, por la Publicidad y las Rela-
ciones Públicas (Dircom, 2005, 2010, 2015b,
2018; García, 2013; prNoticias.com, 2014a).
Podría especularse que la prevalencia de la
formación previa de grado en Periodismo pro-
porciona a los dircoms españoles con esa forma-
ción los conocimientos auto-considerados sufi-
cientes para la praxis «desde el otro lado» y que
radique en este hecho que los estudios de post-
grado sobre la materia no susciten su interés
para especializarse, al contrario de lo que podría
ocurrir entre el menor número de los graduados
en Ciencias Empresariales u otras disciplinas no
relacionadas con la comunicación, quienes sí
buscarían nuevos conocimientos sobre Periodis-
mo para su ejercicio profesional en el ámbito
comunicativo. García (2013: 223) afirma que la
concepción de la profesión y de cómo se ejerce
está directamente relacionada con la formación
previa recibida y atribuye a la prevalencia de la
formación de grado en Periodismo la deficiente
profesionalización de los dircoms españoles,
quienes desarrollan mayoritariamente su fun-
ción en torno a la técnica de la Publicity y desde
el reduccionismo táctico del simple gabinete de
prensa interno, datos congruentes con ADECEC
(2008), prNoticias (2014a y 2014b) y Sáez et al.
(2012: 77) y muy similares a los estadouniden-
ses, donde la vinculación de los profesionales
con la publicity y el media relations es también
mayoritaria (Sha, 2011).
Llama la atención que la formación de post-
grado en Relaciones Públicas cursada sea tan es-
casa (2,19% en máster; 4,08% en postgrado;
13,15% en programas), ya que sus diversas téc-
nicas son las de uso fundamental en un departa-
mento de comunicación (Dircom Cataluña,
2013, p. 14), que todo dircom debería conocer
en profundidad para una adecuada praxis de su
función y para desempeñarla desde una vertien-
te más estratégica y menos táctica.
Dado que la formación de grado en Relacio-
nes Públicas se observa que se oferta con graves
anomalías y severas carencias en el sistema uni-
versitario español (Moreno, 2004; Moreno et al.,
2014; Xifra, 2015), no logrando satisfacer las
expectativas de los empleadores (Xifra, 2015:
171) y dificultando la contratación de sus egre-
sados, no es de extrañar que la formación de gra-
do en Relaciones Públicas recibida por los dir-
coms analizados se sitúe en posiciones marginales,
en consistencia con diversos estudios anteriores
realizados por Dircom: 5,6% en 2005 y 5,3% en
2010 (Dircom, 2005, 2010).
Todo parece apuntar, pues, a que la formación
de postgrado en Relaciones Públicas no es perci-
bida como una segunda oportunidad de mejora
de dichos conocimientos académicos de grado
entre los dircoms españoles (Matilla et al., 2014,
p. 371; Dircom, 2018), probablemente por des-
conocimiento de lo que realmente son y de su
alcance total o por el descrédito del término su-
frido los últimos años, que ha sido sustituido por
otras denominaciones, tanto en España como en
otros países europeos (Moreno et al., 2012). Los
gaps existentes entre la oferta formativa universi-
taria en Relaciones Públicas y las necesidades del
mercado laboral de acogida (Miquel Segarra,
2018) no son patrimonio únicamente español,
ya que la situación es muy parecida en Nortea-
mérica (Soloski, 1994; Aldoory y Toth, 2000;
Hon et al., 2004; Wright y Turk, 2007).
En Latinoamérica casi el 40% (39,7%) de los
dircoms participantes en el «LCM 2015» contaban
con un grado en su curriculum académico, frente
al 51,8% que había cursado un máster y un 7,5%
que había alcanzado doctorarse, por lo que su si-
tuación es similar a la española, la europea y la
estadounidense en lo que respecta al acceso a la
profesión mediante estudios superiores, si bien se
observan variaciones notables entre países.
A diferencia del panorama español y estadou-
nidense, en varios de los países latinoamericanos
analizados en la literatura consultada los estu-
dios universitarios sobre Relaciones Públicas son
de creación reciente, por lo que la mayoría de los
profesionales en ejercicio son egresados en Co-
municación Social, echando en falta una forma-
ción especializada en Relaciones Públicas con
una orientación estratégica para una mejora en
la amplitud y calidad de su praxis.
También es consistente con los contextos es-
pañol y europeo descritos en la literatura que,
pese a la gran expansión sufrida por la profesión
en América Latina, se identifica claramente la
falta de conocimientos de empresarios, CEOs y
directivos de empresas y organizaciones e, inclu-
so, de los propios dircoms, sobre las funciones
que deben desarrollarse en un departamento de
comunicación, confundiéndose a menudo las
actividades de Relaciones Públicas con la simple
organización de eventos (Moreno y Molleda,
2006), por lo que se mantienen en su dimensión
más técnica –táctica- (Ordeix y Rom, 2014, p.
51) y, en general, echándose en falta una orienta-
ción estratégica (Moreno et al., 2006).
La concentración de las funciones del depar-
tamento de comunicación en torno al media rela-
tions es prevalente en la mayoría de los países del
cono Sur analizados en la literatura, destacando
que las relaciones con la prensa experimentarán
un incremento en los tres años siguientes (LCM,
2015), por lo que, de cumplirse la previsión, la
actualmente deficiente profesionalización tende-
rá a perpetuarse como está hoy y a no evolucio-
nar a mejor.
En Colombia los dircoms se quejan del intru-
sismo profesional practicado por los periodistas
y también destacan que los altos directivos em-
presariales «no comprenden el valor de un pro-
ceso sistemático de comunicación como una es-
trategia fundamental empresarial» (Moreno et
al., 2006. P. n.e.).
En general, en América del Sur y en Centroa-
mérica la literatura muestra que no se distinguen
adecuadamente las diferencias entre la comuni-
cación corporativa, el marketing, la publicidad o
el periodismo (Argentina 47,5%; Brasil 54,7%;
Chile 41,8%; Colombia 39,6%; Costa Rica
47,2%; México 48,5%; Perú 55,6%; Rep. Domi-
nicana 38,3%; Venezuela 41,9%) (LCM, 2015),
por lo que podría especularse que la oferta for-
mativa existente en el cono Sur especializada en
relaciones públicas y en comunicación corporati-
va, a menudo de reciente creación en varios paí-
ses, no contribuye a clarificar el confusionismo
reinante en el área geográfica analizada, en con-
sistencia con las realidades española, europea y
norteamericana, donde es mayoritaria la concep-
ción táctica de la gestión profesional de la comu-